Franz Beckenbauer nunca ha compartido los mismos principios futbolísticos que Pep Guardiola. El Káiser siempre fue un férreo defensor del estilo alemán y no ocultó nunca su disgusto con el fútbol del Bayern en algunas fases de la temporada.
De hecho, Franz criticó al equipo incluso cuando todos pensaban que era imparable: “Como sigamos jugando así echaremos a la gente del campo porque aburriremos. Acabaremos llegando a la línea de gol con el balón y nos volveremos atrás para seguir jugando”, aseguró en su momento.
Además, volvió a expresar esa misma idea después del partido en el Bernabéu: “La posesión no significa nada cuando el rival tiene sus oportunidades. Podemos estar contentos de que el Madrid solo nos marcara un gol”, dijo en unas palabras en las que la prensa mundial vio animadversión hacia el entrenador.
Sin embargo, el problema de Beckenbauer puede ir más allá. El presidente de honor también está resentido porque su cargo ha pasado a ser puramente simbólico. No entiende que Karl-Heinz Rummenigge y Matthias Sammer no tengan en cuenta su criterio a la hora de tomar decisiones importantes.
Por eso, pese a que rellena las portadas de los periódicos con titulares explosivos en el club no se atreven a llamarle la atención. Sienten que no les representa y Guardiola lo sabe, aunque también reciba presiones internas.
Asimismo, en los días previos a la final copera que enfrentará al Borussia con el Bayern, el representante del vigente campeón de Europa no ha tenido ningún problema a la hora de posicionarse: «Por el estado de forma actual, creo que las posibilidades están 60-40 a favor del Dortmund. El Dortmund ya superó hace tiempo el bajón por el que pasó, el Bayern está en medio de un bajón. Tengo mucha curiosidad por ver si el Bayern puede soportar la presión del Dortmund», dijo Beckenbauer al diario Bild.
Además, habló del morbo especial que genera la presencia de Robert Lewandowski en ese partido: «Es respetable que quiera impresionar con goles a su futuro entrenador Pep Guardiola. Pero ojalá no exagere», bromeó.