Se llama Taylor Townsend y, con solo 18 años, ha revolucionado el mundo del tenis. Se ha convertido en la figura más comentada de Roland Garros, por encima de cualquiera de las explosivas tenistas. Y es que no solo ha conseguido arrasar en la cancha derrotando a tenistas de la talla de la francesa Alize Cornet, sino que ha demostrado que el físico no es determinante para ganar si se tiene técnica, talento y se trabaja. Con sus casi 80 kilos de peso, Taylor ha sido capaz de romper los estereotipos de los que ni siquiera el deporte se salva.
Ni llega al 1,70 de estatura como otras famosas tenistas como Serena Williams o Anna Kournikova, ni tiene una figura de revista. Taylor, de 1,68 de estatura y 77 kilos de peso, no parece ajustarse al típico perfil de chica tenista, pero aun así ha captado todas las miradas gracias a sus potentes saques y a su técnica.
Y es que, aunque el físico no tendría que influir en los logros deportivos, la afroamericana sí ha sufrido a lo largo de su vida por su apariencia. Sin ir más lejos, en el verano de 2012 la Federación de Tenis Norteamericana (USTA) le retiró las ayudas económicas con las que iba a participar en el Junior US Open a causa de su sobreposo. Aunque el organismo alegó que tomó esa decisión por la salud de Taylor, la familia no se lo tomó nada bien y criticó a la USTA ante los medios por intentar vender una imagen de las tenistas estadounidenses como modelos de cuerpos perfectos o Barbies.
Más allá que verla una riva, Serena Williams, la defendió en su día: «Si eres robusto, golpeas más fuerte» decía la tenista.
A pesar de ello, Taylor nunca se ha rendido, y ha conseguido logros comoganar el Open de Australia en la categoría junior en 2012. A pesar de que hoy ha sido eliminada del Roland Garros por la española Carla Suárez, la novata ha conseguido llegar muy lejos en la competición e, incluso, ha impresionado a estrellas del tenis como el escocés Andy Murray.