La FIFA se ha defendido este martes de las críticas que apuntan a que la organización está recaudando mucho dinero con la Copa del Mundo más costosa de la historia a expensas del pueblo brasileño.
El organismo que regula el fútbol mundial ha explicado en un comunicado que había cubierto los 2.000 millones de dólares (unos 1.478 millones de euros) de los costes operativos del Mundial con dinero de la venta de derechos de televisión y de marketing, y ha añadido que «ni un centavo será financiado por los contribuyentes brasileños».
El torneo, que empieza el jueves, le costará a Brasil 25.800 millones de reales (11.600 millones de dólares) en inversiones en estadios, aeropuertos, transporte urbano y otros proyectos de infraestructura.
La FIFA ha dicho que fue elección de Brasil construir 12 estadios en vez de optar por ocho o diez, y ha asegurado que las inversiones incluyen infraestructuras no directamente relacionadas con el Mundial y que beneficiará al país durante años. Muchos brasileños consideran excesivos los gastos para una nación en desarrollo que tiene prioridades más importantes, y argumentan que el dinero debería ser invertido en mejorar servicios públicos como la salud, la educación y el transporte.
Los manifestantes críticos con el evento denuncian que la FIFA ha convertido al Mundial en un negocio, hasta el punto de que obligó a su país a cambiar sus leyes para permitir la venta de bebidas alcohólicas fabricadas por los patrocinadores del torneo.
También se quejan de que las entradas para los partidos en los nuevos estadios son tan caras que muchos hinchas brasileños no pueden adquirirlas. Sin embargo, la FIFA dice que hay disponibles entradas baratas en comparación con otros eventos deportivos como los Juegos Olímpicos, la Fórmula Uno o los torneos de tenis. El organismo también ha rechazado las acusaciones de que había demandado el desalojo de personas que residían cerca de los estadios construidos o renovados, o que había quitado a vendedores callejeros de los alrededores.
El Mundial del 2010 en Sudáfrica generó ingresos totales por 3.650 millones de dólares para la FIFA, incluidos 2.400 millones de la venta de los derechos de transmisión. Los gastos sumaron 1.300 millones de dólares, según el organismo.