La selección española de balonmano ha concluido con sabor amargo el Mundial de Catar, cayendo ante Polonia (29-28) en la pelea por la medalla de bronce, un partido en el que los 'Hispanos' tuvieron en su mano la victoria antes de la prórroga pero que en el tiempo extra fueron claramente inferiores a los polacos.
El sueño mundialista terminó. Los 'Hispanos' no cerraron las heridas que arrastraban de una dolorosa derrota en las semifinales ante Francia (26-22) y cayeron de manera dolorosa ante la revelación del torneo, una selección polaca que supo adaptarse al ambiente enrarecido de un partido de consolación y estuvo más acertada en los momentos decisivos del choque. Con este resultado, Polonia consigue el tercer bronce de su historia en unos campeonatos del mundo y mejora la novena plaza conseguida en España 2013.
Así, la selección española se cae del podio mundialista tras proclamarse campeones hace dos años en el Mundial de España. El bronce, que estuvo en sus manos durante varios minutos, se les escapa entre los dedos a unos jugadores que no supieron gestionar las situaciones favorables de las que disfrutaron en la recta final del choque. Un cierre amargo a un Mundial que arrancó de manera inmejorable pero que se cierra con dos derrotas consecutivas, con la sensación de poder haber alcanzado cotas más altas.
En cuanto al encuentro, el conjunto que arrastraba más dolor de las semifinales salió peor a pista; por desgracia, ese equipo fue el español. Los 'Hispanos' jugaron con fuego durante el primer cuarto de hora, en el que una seria y efectiva Polonia consiguió una ventaja de hasta 4 tantos (6-2).
Con el paso de los minutos España fue madurando y asentándose en la pista. Pese al desastroso inicio, la vigente campeona del mundo volvió a recuperar sensaciones. Gracias a la solidez defensiva y un juego mucho más pausado en ataque, los 'Hispanos' se fueron metiendo en el partido. El fantasma de Omeyer fue desapareciendo, dejando paso a una selección mucho más acertada. Al descanso, la igualdad en el marcador (13-13) fue el premio a una gran recuperación por parte de los de Manolo Cadenas.
La salida de vestuarios continuó con la tónica de los minutos finales del primer acto. Un gol de Aguinagalde pondría a España por delante por primera vez en el choque. La inercia positiva permitió que los españoles abrieran brecha (17-19) con dos tantos consecutivos a la carrera del extremo Victor Tomás cuando se llevaban diez minutos jugados de la segunda manga. A pesar de ello, el ataque estático seguía siendo espeso, sin encontrar los espacios necesarios en los extremos ante la densidad defensiva polaca por el centro.
El salvavidas de los 'Hispanos' sería la inmaculada defensa. Un recital de blocajes defensivos y las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas permitieron que los internacionales alcanzaran la máxima ventaja del encuentro (18-22) entrando en la recta final y dejando a Polonia sin anotar durante cinco minutos consecutivos, lo que generó serias dudas en su ataque.
Pero lejos de dar el duelo por perdido, Polonia no cejaría en su empeño. En los minutos finales el marcador se apretó, momentos en los que España comenzó a permitir tantos fáciles lo que agrandó la figura de su rival. Con uno arriba y posesión para sentenciar el partido a falta de 30 segundos, los 'Hispanos' erraron el ataque con un disparo de Maqueda que repelió el travesaño. La desafortunada jugada dio la opción a Polonia de mandar el partido a la prórroga, lo que consiguió gracias a un relativamente sencillo gol de Szyba, a la postre mejor jugador del partido.
La prórroga les deja sin bronce
La tónica de los últimos minutos se plasmó también en el tiempo extra. España no encontró facilidades para anotar y Polonia continuó encontrando situaciones claras de gol. El acierto en los 7 metros gracias a un efectivo Valero Rivera permitió que los primeros cincos minutos acabaran igualados (26-26).
El ataque en la segunda mitad no mejoró y la insistencia en entrar por el centro facilitó que la defensa polaca se adaptara con facilidad. El pivote rival Kamil Syprzak, que no había aparecido en todo el partido, empezó a buscar a sus compañeros, que le encontraron hasta en tres ocasiones para poner a Polonia por delante en los minutos cruciales.
Al final, los papeles se invirtieron a los del final del tiempo reglamentario y esta vez era España la que tenía la posesión para igualar de nuevo el encuentro. Con dos segundos en el reloj, Antonio García se jugó un disparo ante los seis hombres más altos de Polonia, que no tuvieron mayores problemas en detener el lanzamiento y colgarse así la medalla de bronce.
FICHA TÉCNICA.
-EQUIPOS.
POLONIA: Szmal (p); Michal Jurecki (3), Jurkiewicz (1), Syprzak (6), Grabarczyk (-), Daszek (3) y Szyba (8) –siete inicial–; Lijewski (-), Krajewski (1), Orzechowski (), Bielecki (1), Rojewski (-), Wisniewski (4), Bartosz Jurecki (2, 1p), Maslowski (-), Syprzak (-) y Chrapkowski (-) y Wyszomirski (ps).
ESPAÑA: Gonzalo P. Vargas (p); Cañellas (-), Maqueda (3), Aguinagalde (4), Raúl Entrerríos (2), Rocas (1) y Ugalde (-) –siete inicial–; Victor Tomás (7), Rodríguez (1), Alex Dujshebaev (-), Valero Rivera (5, 3p), Gedeón Guardiola (1), Morros (-), Juan Andreu (-), Antonio García (4) y Sierra (ps).
-PARCIALES CADA CINCO MINUTOS: 2-0, 5-2, 7-4, 9-8, 12-11, 13-13 –descanso–, 15-16, 17-17, 18-20, 18-22, 20-22, 24-24 –final–; 26-26 –descanso prórroga–, 29-28.
-ÁRBITROS: Gjeding y Hansen (DIN). Excluyeron por dos minutos a Wisniewski, a Syprzak, a Krajewski y a Szyba por parte de Polonia; y a Raúl Entrerríos en España.
-PABELLÓN: Lusail Multipurpose Hall.