El pasado 28 de diciembre, el exciclista Lance Armstrong tuvo un percance con su vehículo en Aspen. El estadounidense empotró su coche contra otros dos que estaban aparcados tras una larga noche de fiesta. Ante el temor de toda la polémica que se generaría en torno al accidente, la pareja decidió que fuese su actual novia, Anna Hansen la que cargara con la culpa. «Soy Anna, somos el matrimonio Armstrong, mi esposo es Lance y quizá iba conduciendo demasiado rápido en la esquina”, relató el testigo sobre la conversación con la novia de Lance.
Antes de que se conociera la verdad, Hansen dijo a la policía que era ella la que conducía el vehículo y que perdió el control porque el asfalto estaba congelado. Aclaró que ella se puso a los mandos del coche porque “Lacen había bebido un poco”. Además aseguró que se haría cargo de todos los daños causados.
Ante la rareza de las declaraciones, los detectives de la policía de Aspen interrogaron a Anna Hansen y ésta terminó finalmente reconociéndolo todo. «El nombre de nuestra familia ha sido manchado por todos los periódicos del mundo los últimos dos años y, honestamente, tengo hijos adolescentes y quería proteger a mi familia», dijo Anna a la policía.
Esa fue la razón por la que la pareja decidió culpar a su esposa y no al ganador de siete tour de Francia, que después le fueron retirados por dopaje: «Pensé, 'Dios, la noticia de que Anna Hansen golpeó unos autos no va a crear escándalo pero si lo hizo Lance Armstrong será noticia en todo el país''', aclaró Anna Hansen.