El de Manacor salvó con buenas sensaciones su peligroso debut en Nueva York ante un rival, de 18 años, que ya le había derrotado el año pasado en la pista cubierta de Basilea (Suiza) y que además podía presumir de ser el campeón junior en Flushing Meadows en 2013, el mismo año en el que el balear levantó su segunda corona en la 'Gran Manzana'.
Esa fue la última aparición del exnúmero uno del mundo en este 'Grand Slam', del que se ausentó en 2014 por lesión, y en el que se presentaba tras ofrecer nuevas dudas en la gira americana preparatoria. Sin embargo, dominó con buen tenis en los dos primeros sets y luego pagó caro un despiste en el tercero que dio vida a un Coric que no pudo, de todos modos, alargar más el partido.
Hasta el tercer parcial, Nadal fue el gran dominador, sin dar concesiones con su servicio y aprovechando bien sus ocasiones al resto ante el croata, que intentó plantar cara con sus buenas maneras, pero que en poco más de una hora ya iba dos sets abajo tras encajar tres 'breaks'.
A partir de ahí, el tenista español perdió cierta agilidad en la pista y eso no lo desaprovechó Coric para sacar su mejor versión. El balcánico rompió por primera vez el servicio, desventaja que el octavo favorito compensó de inmediato.
El joven tenista de Zagreb no acusó este golpe y se mantuvo por delante en el marcador hasta el 5-4, momento en el que el manacorí ofreció un nuevo resquicio para perder de nuevo su servicio y aumentar la emoción.
Pero Nadal se recuperó en la cuarta manga, donde arrolló a su rival con un aluvión de golpes ganadores (18 de sus 40). Coric, sin opciones al resto, resistió lo que pudo, pero cedió de forma fatal su servicio en el séptimo juego para dejar vía libre al español hacia la segunda ronda donde se medirá con el argentino Diego Schwartzman.