La lucha abierta entre la FIBA y la Euroliga ha tocado de lleno a las selecciones nacionales de 15 países europeos incluidos España. La pasada noche la filial europea de la FIBA mando una carta a 15 federaciones de baloncesto, entre ellas: España, Eslovenia, Grecia, Serbia o Turquía para informarles que no podrán participar en el Europeo de 2017.
La situación puede ir más allá, ya que podría afectar también directamente a la participación en los Juegos Olímpicos. Con esa intentación FIBA Europa ya ha preguntado a la matriz de la posibilidad de ampliar la negativa a la participación olímpica de las selecciones. Hasta el momento, esa decisión afectaría a España y Lituania ya clasificadas y a Grecia, Italia o Serbia que participarán en el preolímpico.
La medida no es más que un burdo chantaje, que se debe a que los países sancionados se han decantado porque sus clubes se mantengan en la Eurocup (segunda competición de la Euroliga) y no en la nueva competición iniciada por al FIBA. En principio, es difícil que la medida se lleve a cabo pero sin duda es un golpe de efecto y presión sobre las federaciones.
En el caso de España, el pasado 4 de abril la asamblea general de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) votó por mayoría (14 votos a favor y 3 abstenciones) aceptar el acuerdo propuesto por la Euroliga hasta la temporada 2019-2020. En ese acuerdo se incluyen los tres equipos que ya tienen firmado un acuerdo de 10 años con la Euroliga y las tres plazas de acceso directo a la Eurocup por méritos deportivos.