La ausencia obligada de Roger Federer por problemas en la espalda y la tempranera derrota de Dominic Thiem abrieron el cuadro a Rafael Nadal, que se encontró en cuartos de final con Joao Sousa, un oponente que nunca antes había pisado los cuartos de final de un Masters 1000. Sin embargo, el portugués presentó más batalla de la esperada (6-0, 4-6 y 6-3), aunque no pudo evitar que el español sumara su decimotercer triunfo consecutivo en el circuito. En las semifinales del Mutua Madrid Open al balear le aguarda un oponente que entraña más dificultad, Andy Murray, vigente campeón.
Nadal, muy superior
En su horario habitual y ante un rival que se adaptaba mejor a sus cualidades, Nadal volvió a sonreír. El español se mostró más suelto en el inicio que en su duelo del jueves frente a Querrey. Jugó en largo y dominó, pero sin asumir excesivos riesgos. Sousa, encogido ante la complejidad del rival y la importancia de la cita, no ofreció ni un ápice de la solidez ejercida el día anterior ante Sock. El portugués jugó corto, siempre a merced del español, y cedió su primer servicio sin apenas oposición (2-0).
Dispuso de una oportunidad al resto, pero el español se entonó con el servicio (71% de puntos ganados con el primer saque) y desbarató esa posibilidad de inmediato. Todo lo contrario que Sousa, que con unos porcentajes muy pobres cedía toda la iniciativa. El portugués, incapaz de sostener los intercambios, se excedió en errores no forzados y facilitó la tarea del manacorense, que cerró con un rosco (6-0) la primera manga en apenas veinticinco minutos de juego.
Sousa despierta
El portugués consiguió exhibir en el segundo parcial el nivel que le llevó a la antepenúltima ronda del torneo. Ágil de piernas y rocoso desde el fondo de la pista, comenzó a ocasionar problemas a Nadal, que retrasó un metro su posición en la pista. Pudo marcar diferencias Sousa en el segundo juego, pero no logró convertir su segunda opción de 'break'. Sí consiguió sostener el pulso a Rafa (2-2), que mantuvo un nivel estable a lo largo de todo el envite.
La lluvia se alía con Sousa
Ante la mejoría meteorológica la organización había decidido retirar el cierre de la pista Manolo Santana antes del encuentro. Sin embargo, las nubes invadieron de nuevo el cielo y comenzó a llover. Mohamed Lahyani bajó a la pista, comprobó que las líneas resbalaban en exceso, y decidió interrumpir el encuentro cuando Nadal disponía de bola de 'break'. Diez minutos después se reanudó el duelo, y Sousa logró salir ileso (3-3). Las condiciones de la pista cambiaron y se notó en el tenista de Guimaraes, que con mayor confianza quebró el servicio de Nadal y finiquitó (4-6) la segunda manga de forma sorprendente.
Nadal impone su experiencia
El encuentro se igualó en el tercer y definitivo acto. Nadal y Sousa se mostraron fiables al servicio y alternaron momentos de dominio. Rafa intentaba encontrar un resquicio en su rival, pero el portugués no flaqueaba, mandaba con su derecha y apenas concedía opciones al resto. O al menos así fue hasta que la presión afloró en la muñeca del tenista de Guimaraes. Con 4-3 abajo le tembló el pulso a Sousa, que cometió una doble falta y cedió el encuentro al español. Nadal, cómodo, cerró el duelo tras dos horas de disputa.