Este viernes se ha presentado de forma oficial la Copa de Maestras. En el acto han posado junto al trofeo y se han divertido siete de las ocho participantes. Y es que a sólo dos días del comienzo del evento, aún hay una vacante por decidir. Svetlana Kuznetsova, si gana el trofeo en Moscú, o Johanna Konta, será la encargada de acompañar al resto de tenistas que con sus buenos resultados a lo largo del curso han obtenido un billete a Singapur.
Kuznetsova arrancó la semana consciente de que dependía de ella misma para clasificarse al WTA Finals, pero también de la complejidad que atañía ese reto. Durante la semana ha superado escollos, y se ha librado de Carla Suárez, otra rival que aún aspiraba a ocupar la plaza de octava mejor tenista de 2016. Han pasado los días y la rusa se ha plantado en la final de Moscú, donde se enfrentará a Gavrilova.
Ese decisivo partido se disputará este sábado. En caso de ganar, Kuznetsova tendrá que viajar a Singapur para un día después arrancar la competición. Fatigada por el torneo y el viaje, tendrá complicado rendir al mejor nivel en su primer envite. Una situación que pone de manifiesto la mala organización de los dirigentes de la WTA a la hora de diseñar el calendario de este curso. Konta, entre tanto, se mantiene a la espera de saber si será protagonista o una mera suplente.
Grupo asequible para Garbiñe
La tenista española, a sus veintitrés años, acude por segunda ocasión a este prestigioso evento. El sorteo le ha sido favorable, al caer emparejada con Radwanska (defiende corona), Pliskova y Konta o Kuznetsova en el Grupo Blanco. Su estreno se producirá el lunes, en el segundo turno, a eso de las 21:00 horas. En el Grupo Rojo han caído Angelique Kerber, Halep, Keys y Cibulkova.
La española lleva en Singapur desde el miércoles, cuando arrancó sus entrenamientos. Las molestias en el tobillo que la obligaron a retirarse en el torneo de Linz, donde partía como primera cabeza de serie, parece olvidada. La joven nacida en Caracas está más que lista para evidenciar su capacidad para tumbar a las más grandes. Deberá desafiarse a sí misma, a ese aspecto mental que le ha jugado una mala pasada en los últimos meses. También al asfixiante calor de Singapur.
Alberto Puente