Carlos Moyá fue número uno durante dos semanas en 1999 y también fue capaz de ganar en Roland Garros en su etapa como tenista. Hace 18 años era uno de los deportistas más admirados de España, cuando un chico de doce años empezaba a deslumbrar en el tenis mallorquín. Charly accedió a calentar con él antes de un partido en Stuttgart, mientras que el joven no se atrevió ni a mirarle a la cara.
Dos años después, empezaron a entrenar juntos en su isla y en 2004 ambos ganaron juntos la Copa Davis. Además, en el primer cara a cara oficial entre los dos, Nadal pasó por encima de su maestro y solo supo decir que lo sentía, como si tuviera que pedirle disculpas. Cuando Moyá se retiró, el ‘head to head’ entre ambos quedó fijado en un claro 6-2 favorable al más joven. Sin embargo, los dos siguieron muy ligados y se volvieron a reunir deportivamente cuando Moyá ocupó el puesto de capitán en la Davis.
Sin embargo, tras una temporada exitosa en la que Moyá ha asesorado a Raonic, Moyá se ha convertido en el nuevo supercoach de Rafa. En los días posteriores al anuncio, ambos destacaron que esta nueva alianza se basa por encima de cualquier cosa en su aprecio personal. «Nos conocemos mucho y Rafa es muy respetuoso. Debemos coordinarnos y comunicarnos bien entre los tres (incluido Toni Nadal), pero creo que ahí ayuda el hecho de ser amigos», comentó el técnico en una entrevista concedida a Marca.
En cambio, Moyá no quiere que nadie se lleve a equivoco y deja claro que apretará a Nadal como haría con cualquier otro jugador. «Mi exigencia con Rafa será máxima. El objetivo es que recupere ese aura de invencible que tuvo durante años, y que en esta temporada han tenido Murray y Djokovic»». De hecho, el mallorquín observa desde hace mucho tiempo los partidos de Nadal y tiene muy claro en lo que tiene que mejorar para volver a ser el mejor.
No estará con él en todos los torneos
Pese a todo, Carlos tiene muy claro que el principal problema que tiene su nuevo pupilo es la falta de continuidad que ha sufrido en los últimos años. «Lo primero que necesitamos es que las lesiones le respeten y a nivel tenístico ha de ser más ofensivo y estar más acertado en los momentos cumbre. Si lo hace le quedan todavía años buenos», explicó el entrenador.
En cualquier caso, queda claro que el entrenador no piensa acompañar al tenista durante la mayor parte de los torneos, aunque llevará a cabo una función muy parecida a la de Boris Becker o Ivan Lendl llevaron a cabo con Djokovic o Murray. «Rafa sabe que no me gusta mucho viajar porque tengo familia pero lo iremos viendo. Lo que está claro es que empezamos en Australia».
No obstante, a Moyá fue el primero al que le sorprendió la llamada de parte de los Nadal porque el manacorense siempre se había mostrado muy terco a la hora de modificar su equipo. «Yo siempre creí que Nadal acabaría su carrera con Toni Nadal y Francis Roig». Además, el entrenador no quedó convencido solo por su amistad, ya que ve que el proyecto no es propio de un jugador que piense ni de lejos en la retirada. «Hablé primero con Toni y luego con Rafa y al escucharles tuve claro que tienen la ambición de volver a lo más alto«. Asimismo, Charly es el primero que desea que este vínculo se mantenga a largo plazo. «Ojalá esté con Nadal todo lo que queda de su carrera».
Por último, Moyá se mostró claramente en contra de que el coaching llegue al tenis masculino. «A mí es algo que no me gusta lo de bajar a la pista. El tenis es una batalla en solitario y los entrenadores debemos preparar el partido antes. Lo que sí veo más factible es poder hablar desde la grada».
Felipe Poza