Rafael Nadal ha disipado cualquier duda respecto a su físico, con un fulgurante regreso en la exhibición de Abu Dhabi. El español tumbó (6-0 y 6-4) a Tomas Berdych, y ofreció sensaciones que invitan a la esperanza. El balear tomó el drive como su principal arma, halló profundidad en el revés, y ascendió de forma recurrente a la red para certificar los puntos. Ya se encuentra en la penúltima ronda, en la que se enfrentará a Milos Raonic.
Nadal toma el mando
Los dos meses inactivos no han hecho mella en la figura de Nadal. Y eso que tras sus declaraciones en el Campeonato de España celebrado en su Academia se habían incrementado las dudas. “No estoy listo para jugar el individuales”. La incógnita en torno a cuál sería su versión en el regreso era mayúscula, pero tardó poco en disiparla frente Berdych con un inicio fulgurante. Rápido de piernas, siempre con el drive como principal arma, pronto tomó distancia en el marcador (4-0).
Al checo se le vislumbró más apagado, sin intención en sus golpes. Y con un servicio tenue con el que se excedió en los errores. Nadal, lejos de llevarse por la comodidad del resultado, elevó su tenis, con recurrentes subidas a la red para certificar los puntos. Hasta en su revés encontraba la profundidad necesaria para hacer retroceder a Berdych, y apagar así los golpes certeros desde el fondo de la pista del checo, su mayor aval. En menos de treinta minutos, el español certificaba el set con un rosco (6-0).
Berdych despierta
En el inicio de la segunda manga las cosas cambiaron, como era de prever. Berdych halló mejor porcentajes con su servicio y anduvo cerca de conseguir la bola de break en un par de ocasiones. Salió airoso siempre el balear (2-2), que vislumbró como la derecha plana de Berdych adquiría sentido. La mejoría del checo residió sobre todo en el resto, con el que descolocó a un Nadal que hasta el momento había encontrado demasiadas facilidades.
Los peloteos se desvanecieron y se el juego adaptó un guion más favorable a Berdych, que encadenó algunos servicios sin oposición. Nadal se limitó a mantenerse dentro del envite, para asestar el golpe decisivo en el momento más trascendental. Fue con cuatro iguales, cuando el balear aprovechó las dudas que afloraron en el noveno jugador del mundo para hacer herida. Restos largos, golpes con distintas alturas… y errores del checo. Así hasta lograr una rotura decisiva, que inmediatamente después refrendó con su servicio para cerrar el partido.
Con el triunfo, Nadal sella su pase a las semifinales de Abu Dhabi. Un regreso más que interesante, en el que se ha confirmado el acierto de su plan de entrenamiento. Desde que anunció su adiós, ha trazado una rutina que parece haber dado sus frutos. Tras un periodo de descanso, comenzó a ejercitarse en pequeñas dosis, hasta que hace tres semanas intensificó su entrenamiento diario hasta las tres o cuatro horas diarias, como su tío y entrenador Toni Nadal explicó recientemente. Los resultados saltan a la vista.
Alberto Puente