Su nombre es Max Eisenbud, es empresario y conoce a la perfección a María Sharapova. Gestiona sus contratos publicitarios desde que la rusa inclinara a la menor de las Williams en la final de Wimbledon con sólo diecisiete años. De ahí que sus palabras sobre la siberiana sean tenidas muy en cuanta. Eisenbud no sólo ha casi agradecido la sanción a Sharapova, sino que ha comentado que “todos los torneos WTA” le han llamado para concederla invitaciones.
El asunto Sharapova se intensifica a medida que se acerca su regreso. La rusa reaparecerá a finales de abril en el torneo de Stuttgart, tras más de un año de inactividad por dar positivo en meldonium en el penúltimo Abierto de Australia. Desde que se produjera la noticia, diversos tenistas se posicionaron a favor o en contra de la tenista siberiana, que afirmó que consumía esa sustancia desde mucho tiempo atrás por un problema de diabetes.
En las últimas fechas, tanto Murray como Kyrgios, dos pesos pesados del circuito masculino, se mostraron en contra de que los eventos concedieran invitaciones a Sharapova, después de todo lo ocurrido. Uno de los organizadores de Roland Garros incidió en esa idea y puso en duda una futura ‘wild card’ a la rusa, tras comentar que sería contradictorio ofertar una plaza en el cuadro a una jugadora que ha ido en contra de las normas que defienden.
Unas palabras que invitaron a pensar que la tenista rusa tendría más dificultades de las previstas para regresar al circuito. Sin embargo, no parece que vaya a ser así. El hombre de confianza de la siberiana, Max Eisenbud, ha asegurado que absolutamente “todos los torneos de la WTA” le llamaron para ofrecerle una ‘wild card’. Palabras que arrojan dudas hacia el circuito femenino sobre si es, o no, conveniente invitar a una jugadora que ha incumplido las normas.
De momento, al margen de los Grand Slam, a los distintos eventos no parece importarles en absoluto el pasado. La repercusión de Sharapova, uno de los principales atractivos junto a Serena, un escalón por encima del resto de jugadoras, hace que los torneos la vean como un icono económico del que no se puede prescindir.
Lo sorprendente es que Eisenbud, el empresario que ha llevado a la cima publicitaria a Sharapova, haya casi agradecido la sanción a Sharapova en declaraciones a la CNN que recoge el medio portugués bolamarela. “Si no fuera por la suspensión, este hubiera sido probablemente el último año de María”, ha comentado. En cambio, tras este paréntesis obligado, cree que llegará “hasta los Juegos Olímpicos de Tokio. “Ella está muy motivada y lo veo como una tercera carrera. El segundo punto de inflexión fue cuando la operaron de su hombro derecho en 2009”. Ha concluido.
Alberto Puente