Tras conquistar el Masters 1000 de Miami y cerrar la triple corona (junto al Abierto de Australia e Indian Wells), Roger Federer sorprendió con unas declaraciones en las que advertía de un largo paréntesis en su temporada. “Wimbledon tiene que ser la meta más grande ahora. La segunda parte de la temporada es una prioridad, por eso me tomo un descanso”, señaló el tenista suizo. A sus 35 años, se antojaba lógico que prescindiera de la gira de arcilla. Sorprendió, eso sí, que no pisara ni un solo evento antes de Roland Garros. Montecarlo, Madrid y Roma lloraron su ausencia.
Roland Garros estaba en duda. La magnitud del evento, todo un Grand Slam, y la posibilidad de cosechar un buen puñado de puntos se erigían como el principal motivo para que el helvético pusiera rumbo a París. Sin embargo, conforme se acercó la fecha, parecía más ilógico presentarse sin bagaje previo. Y así fue. Cuando aún restaban semanas para el envite, anunció que no reaparecería en el circuito hasta la gira de hierba. Una decisión avalada por los éxitos cosechados al inicio de este 2017 tras estar fuera seis meses en 2016 por una lesión de rodilla.
«Echaré de menos a los aficionados franceses, que siempre me han apoyado mucho, y espero verles en Roland Garros el año que viene», escribió en sus redes sociales Federer, como forma de disculpa. Lo cierto es que el suizo se exculpó con el tema del calendario y la necesidad de acortarlo para hacer más longeva su trayectoria. Un problema que se agravara en los próximos años. Sin embargo, este parece solo uno de los motivos que le llevaron a ausentarse del segundo major de la temporada.
En una entrevista concedida al diario Blick y que recoge en su web Puntodebreak, Federer deja entrever que si ha acudido con frecuencia a Roland Garros hasta la fecha ha sido porque “el ranking le da mucho valor” a estos torneos. El suizo recuerda que en el pasado la situación era bien diferente. “Era normal pasar de ellos. Borg sólo jugó el Open de Australia dos veces, Agassi se lo saltó 10 veces y Moyà no jugaba a menudo en Wimbledon”, cita como ejemplos.
Es más, respecto a su ausencia este año, Federer ha hablado sin tapujos: “Prefiero jugar en hierba en Stuttgart o Halle antes que Roland Garros”. Sin duda, tras reencontrarse con su mejor nivel en la pista, tiene claro que debe escoger bien dónde desplegarlo. Y la hierba, ahí donde nadie ha triunfado más que él, se presenta como el escenario más proclive.
Sin embargo, más allá de la superficie, hay otro causa que ha llevado a Federer a negarse a acudir a Roland Garros, y al igual que las otras, perdurará en el futuro. Es Rafael Nadal. Eso al menos ha declarado el mítico tenista Tin Henman a la radio oficial de Wimbledon, cuya fase previa ya ha arrancado: «Federer me dijo que no va a RG porque ganó sólo 1 vez de 18 que fue y lo hizo porque Nadal no estaba».
El balance de Federer en París es para presumir: 65 triunfos y 16 derrotas. Sin embargo, las cuatro finales cedidas ante Rafael Nadal han sido desesperantes. De ahí que su triunfo en 2009, después de que Soderling se deshiciera del manacorense, sea uno de los cuatro más especiales en su longeva trayectoria. Tras vislumbrar el nivel ejercido por Nadal, campeón en Montecarlo, Barcelona y Madrid, aceptó que era inviable batirle y, por tanto, perder el tiempo.
La apuesta no le salió del todo mal, pues el diez veces campeón en Roland Garros venció sin ceder una sola manga. La edad, la superficie y el propio Nadal llevaron a Federer a ‘pasar’ de Roland Garros. Motivos que seguirán presentes las próximas temporadas.
Alberto Puente