Los tiempos han cambiado para Movistar. En el último lustro el equipo español ha sido el único capaz de hacer sombra por momentos a Sky, el todopoderoso que gracias a su economía ha seducido a los mejores corredores para conformar un plantel invencible. Este curso, en cambio, no han podido cumplir con el guión previsto en las grandes vueltas. El problema, en cambio, se presenta más serio para el 2018. La marcha de muchos corredores, y la escasez de fichajes, dejan al equipo huérfano y en plena crisis. Una reestructuración se hace necesaria para volver a triunfar como antaño.
La mala fortuna ha golpeado a Movistar
El triunfo de Nairo Quintana en la Vuelta a España auguraba días de gloria para Movistar. El colombiano, con la madurez necesaria a sus veintisiete años, se presentaba como el relevo más cercano a Chris Froome. Sin embargo, el Giro de Italia fue todo un golpe de realidad para el escalador, que sucumbió ante un hombre, Tom Dumoulin, que jamás había alzado los brazos en escenarios similares. A partir de ahí se torció el rumbo con la lesión inesperada de Alejandro Valverde.
El ciclista español, que sí dio la talla en el primer tercio de temporada, se fue al suelo en la primera contrarreloj del Tour de Francia. A Quintana le tocó tomar las riendas, pero su fatiga le impidió cuajar un papel destacable. En la Vuelta España, la ausencia de ambos relegó la responsabilidad en un hombre: Rubén Fernández. El español, pese a su “ilusión por liderar a Movistar”, no fue capaz de seguir el ritmo de los mejores. Para colmo, un problema en el pie le obligó a abandonar. Todo un desastre para Movistar.
Siete bajas importantes
Lejos de remontar el vuelo, el futuro se tiñe de gris para Movistar a causa de la fuga de corredores que se avecina el próximo invierno. Hasta siete gregarios han hecho oficial su adiós. Y todos, a excepción de Adriano Malori que se retire, lo hacen para cambiar los colores. Jonathan Castroviejo se marcha Sky, el equipo referente que le garantiza una subida de sueldo. Gorka Izaguirre pondrá rumbo al Bahrain-Merida, la competencia directa, para ponerse a las órdenes de Nibali. Los hermanos Herrada, de la misma forma, han decidido concluir su aventura y partir a Cofidis. Y así otros dos corredores: Rory Sutherland (UAE Team Emirates) y Alex Dowsett (Katusha-Alpecin).
Landa, más problema que solución
Siete bajas y, por el momento, tan sólo tres altas. Eduardo Sepúlveda, que llega del Fortuneo-Oscaro fue la primera incorporación. Después llegaron dos de más entidad: Jaime Rosón, de Caja Rural, que ha demostrado en la Vuelta a España su poderío, y Mikel Landa. Este último, más que un alivio podría convertirse en un problema a largo plazo. El vasco ha salido de Sky para partir como líder, pero el Tour de Francia parece coto privado de Nairo Quintana.
Así, el español tendría que conformarse con alguna de las otras dos grandes vueltas. Y luego está Valverde, el tercer gallo, que pese a su veteranía se erigió como el mejor del equipo hasta su lesión. Buena prueba de ello son sus seis conquistas este 2017: Vuelta a Murcia, Vuelta a Andalucía, Volta a Catalunya, Vuelta al País Vasco, Flecha Valona y Leija-Bastoña-Lieja. Eusebio Unzúe tiene mucho trabajo por delante para revertir la inesperada fuga y los egos del equipo.
Alberto Puente