Rafael Nadal ha mostrado un evidente progreso en su tenis en este 2017. Golpes más profundos y subidas más frecuentes a la red para exhibir una mayor agresividad. Sin embargo, su fórmula no ha dado resultado alguno contra Roger Federer, que por primera vez en su carrera ha encadenado cinco triunfos sobre el balear, todos en pista rápida. Sobre esta superficie Novak Djokovic también cuenta con una importante racha: no pierde frente al español desde el US Open 2013, o lo que es lo mismo, ha vencido en sus siete últimos duelos en cemento.
Federer no teme a Nadal
El español, a sus 31 años, ha firmado una de sus grandes temporadas. Ha rebasado los sesenta triunfos (61) y aún restan dos o tres citas (depende de Basilea) en su calendario para este 2017. Dos Grand Slam, seis títulos en total, y solo diez derrotas. Su guión tras la lesión del pasado curso ha variado. No rechaza el intercambio, pero aprueba los puntos rápidos. Trata de tomar la directa con el ‘drive’ y su revés ha ganado en profundidad. Eso, apoyado en un saque que ha experimentado una mejoría notable, le han permitido traducir su temporada en éxitos.
Sin embargo, ante Federer no le sirve nada. Su progreso ha sido como un retroceso ante el suizo. El español ha mantenido la táctica de antaño, insistir al revés, pero sin bolas altas y liftadas. El helvético ha cambiado su consigna y ahora tiene por decreto no retroceder. Pese a que Nadal gana las líneas, él, avalado por su talento, explota un mejorado revés con ángulos. Aprovecha su nueva raqueta para imponer un ritmo que el español no consigue sostener. Así, siempre al remolque, Nadal recibe de su propia medicina.
Desde que en Basilea, en 2015, el suizo se impusiera al manacorense, el vencedor siempre ha sido el mismo sobre pista rápida. Hasta en cinco ocasiones le ha derrotado de forma consecutiva Federer, que sólo ha cosechado cuatro derrotas este curso. Selecto con su calendario, Roger parece casi inabordable, con un balance de 10-1 este curso ante jugadores del Top Ten.
Djokovic está por ver
Idéntica situación afronta el español con Djokovic. La mala situación del serbio, que a mitad de temporada rompió con todo su equipo, y su posterior lesión, han impedido que ambos crucen sus fuerzas en 2017. Sin embargo, Nadal presenta un pobre bagaje ante él en los últimos duelos sobre cemento: 0-7. Eso sí, todos se produjeron con un Nole al alza y un Rafa en horas bajas. 2018 servirá para vislumbrar si Rafa encuentra el mismo problema con de Belgrado o, si por el contrario, su nueva versión le permite afrontar con éxito estos choques. De momento, Nadal es un chollo para Federer y Djokovic.
Alberto Puente