Los problemas no han tardado en llegar a Movistar. Tras una temporada con más sombras que luces, Eusebio Unzúe se encuentra en una encrucijada: gestionar el ego de tres corredores que pueden ejercer el rol de líder. Una tarea nada sencilla que ha de compaginar con la reorganización de su plantilla tras las numerosas bajas que se han anunciado en los últimos meses, y entre las que se encuentran nombres importantes como los hermanos Herrada, entre otros.
Nairo quiere el Tour
La llegada de Mikel Landa al equipo no parece haber afectado un ápice a la moral de Quintana, que se siente líder indiscutible de Movistar. Esta misma semana se ha presentado el recorrido del Tour de Francia, con pavés, una etapa temible de 65 kilómetros y nuevas cimas como Rosiere, en los Alpes, y Portet, en Los Pirineos. Tras conocerse estos detalles, el colombiano aseguró que él sería “el jefe de filas”. “Siempre ha sido así”, mencionó. “Iré respaldado con un gran equipo, y eso me da tranquilidad”, aseguró, sin dar a conocer si Landa le acompañará.
Lo cierto es que el ciclista español dejó claro esta temporada que en 2018 no sería gregario de nadie. Lo hizo tras varios episodios en la Vuelta a España en los que tuvo que frenar su ritmo para llevar en volandas al triunfo a Chris Froome, que la próxima temporada buscará igualar a Miguel Induráin con cinco Tour de Francia. A tenor de las declaraciones de Nairo, ha quedado bastante patente que el movimiento de Landa podría no haber sido el más acertado. Al menos si su intención era pelear por la ronda gala.
Valverde y Landa, otra competencia
El otro obstáculo de Landa es su compatriota Valverde. El murciano dejó claro que se encuentra en un buen estado de forma, con triunfos relevantes en 2017. El próximo curso cumplirá 38 años y, tras superar su la lesión sufrida en el Tour de Francia, querrá tratar de ganar la Vuelta a España en la que será probablemente su última oportunidad. Valverde siempre ha dado la cara por Movistar y ha ejercido de gregaro de Nairo en París, para después tomar el timón en otra de las dos grandes.
Este escenario dejaría en una encrucijada a Landa, que se vería forzado a limitar su calendario al Giro de Italia, una prueba que conoce a la perfección después de que en 2015 se subiera al podio (3º). El reparto perjudicaría al hombre que esta misma semana disputa su última prueba con Sky. Su intento por tomar protagonismo y erigirse en uno de los protagonistas del año no habría sido tal, ya que Sky también le habría permitido ser jefe de filas en el Giro.
El equipo equivocado, o no, Landa deberá esperar que Valverde anuncie su adiós y, a la par, exhibir un potencial que haga a Eusebio Unzúe replantearse el asunto. El pasado curso Nairo no pudo ganar el Giro y en el Tour apenas se dejó ver. Un mal papel que en caso de repetir le podría costar su rol. Por el momento, Unzúe trata de gestionar los egos de tres gallos unidos en el mismo corral. Y mientras, otea el mercado en busca de gregarios que puedan hacer sombra al temido Sky.
Alberto Puente