Todo comenzó un 7 de septiembre de 2017, en la etapa 18 de la Vuelta a España 2017. Allí, Chris Froome conseguía ampliar su ventaja respecto a su máximo perseguidor: Vincenzo Nibali. No pudo hacer nada el italiano, que vio como el maillot rojo se le escapaba a 500 metros de meta, cuando el británico sorprendió con un ataque que solo resistieron Contador y el canadiense Michael Woods.
Fue un día glorioso para Froome y su equipo después del sufrimiento vivido un día antes en la ascensión a Los Machucos. El ciclista del equipo Sky cedió más de 1 minuto con el encargado del ataque, Alberto Contador, y cerca de 45 segundos con el italiano Nibali. Sin embargo, se levantó y consiguió conquistar su primera Vuelta a España, logrando el primer doblete Tour-Vuelta desde 1978.
Meses después todo puede cambiar en la vida del británico. Este miércoles, la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha confirmado a través de un comunicado que el ciclista recibió una notificación de un “Resultado Analítico Adverso (AAF) de Salbutamol superior a 1000ng / ml (*)”.
El salbutamol es un medicamento broncodilatador que usan los asmáticos para reducir sus problemas a la hora de respirar bien. Su administración más común es a través de un inhalador, comprándose en farmacias bajo los nombres de Ventolin -el más común- Rotohales o Accuhaler. Sin embargo, en el mundo del deporte, una alta dosis del medicamento puede llevar a que la sustancia actúe como anabolizante.
En concreto, el ciclista británico dio durante el análisis una concentración de 2.000 nanogramos por mililitro (ng/ml), el doble del máximo permitido por el umbral de la AMA.
Desde el equipo lo defienden, haciendo hincapié en que en el ciclista no tuvo ningún problema en las otras 20 pruebas de orina tomadas durante la competición, así como que “como líder de la carrera” y tras experimentar síntomas agudos de asma durante la última semana, “Chris fue examinado después de cada etapa y declaró su uso de la medicación como parte del proceso”.
El propio Froome dijo en un comunicado que «me tomo muy en serio mi posición de liderazgo en mi deporte. La UCI está en lo correcto al examinar los resultados de las pruebas y, junto con el equipo, proporcionaré toda la información que requiera». También ha hablado el director del equipo, Sir Dave Brailsford, que afirmó que se comprometen a establecer los hechos y comprender exactamente lo que sucedió en esta ocasión.
Los precedentes no son buenos
Desde la UCI informan que la presencia del salbutamol no conlleva necesariamente la imposición de una suspensión provisional. Sin embargo, los precedentes de Alessandro Petacchi o Diego Ulissi, con dosis menores a las del británico, fueron sancionados durante un año y nueve meses respectivamente.
La carta de la baraja que le queda por usar a Froome y al equipo es la de probar, a través de un estudio farmacocinético, que “el resultado anómalo es consecuencia del uso de una dosis terapéutica superior a la indicada”. Es decir, deberá demostrar que excedió la dosis de forma involuntaria.
Marta Martín Gómez