El principio de temporada ha confirmado los malos presagios que se intuían tras los últimos meses de 2017. Rafael Nadal y Novak Djokovic, con su ausencia en Abu Dhabi y en el primer torneo oficial del curso, sembraron el pánico de cara al primer Grand Slam del año. Eso, sin embargo, parece haberse quedado sólo en un susto. Otros, como Nishikori y Murray no han tenido tanta suerte. El nipón, con molestias en la muñeca, anunció hace unos días su baja para Melbourne. El británico, que hizo lo propio, ha afirmado este lunes que estará lejos de las pistas durante seis meses.
El escocés, con problemas en la cadera desde mitad de la pasada campaña, se ha sometido finalmente a una operación de cadera. Llamativo, tras vislumbrar que éste sí disputó ante Bautista la exhibición de Abu Dhabi, aunque eso sí, con un pobre rendimiento. Tras pasar por el quirófano ha afirmado que no regresará hasta que se encuentre al 100%, por lo que es probable que ni siquiera llegue a tiempo para la gira de hierba, que presenta el aliciente de Wimbledon donde el británico ejerce de local y donde ha consagrado gran parte de sus éxitos.
Esa baja, como sucedió el pasado año, abre un abanico de posibilidades al resto del circuito, y en mayor medida a Federer, Nadal y Djokovic. Es un respiro, no obstante, para aquellos grandes tenistas que no tienen reflejado su talento en el ranking, y que se topan en cada evento con cabezas de serie en rondas tempraneras. El mayor exponente de esta situación es Juan Martín del Potro, que el pasado curso se topó con el suizo en varias ocasiones. En algunas, como en el US Open, logró esquivarle pero luego le llegó el español.
Tras sucesivos parones propiciados por fuertes lesiones, el argentino retomó en 2016 la actividad. Su regreso fue duro, como cabía esperar, pero con el transcurso del tiempo logró encontrar, por momentos, su mejor nivel. En Río de Janeiro se colgó la medalla de bronce y ganó el título en Estocolmo. En 2017 también le costó arrancar, pero en el tramo final, con la semifinal en New York y la final en Basilea, estuvo cerca de colarse entre los ocho mejores del curso. Su derecha volvió atemorizar al circuito.
Este año no ha necesitado una preparación ‘extra’ y sí estará en el Abierto de Australia, donde no compite desde 2014. Actualmente está cerca de regresar al Top Ten (12º) y sabe que este comienzo de año es el momento indicado para conseguirlo al no defender apenas puntos. Como preparación al primer major de la temporada, el argentino se encuentra en Auckland. Ya sabe que su rival será Shapovalov, el tenista con mayor progresión del último curso, todo un reto para este inicio de 2018 donde puede retomar su lugar en el circuito.
Desde que con 19 años ganara el US Open, ha vislumbrado como Cilic o Wawrinka han superado sus éxitos. Sin embargo, el argentino siempre ha estado ubicado un escalón por encima por ese tenis que ha exhibido cuando las lesiones le han respetado. Ahora la ausencia de Murray deja un hueco que el puede ocupar cerca de los mejores. Zverev aún no ha dado la talla a cinco mangas, la cabeza de Kyrgios parece no estar preparada pese a su título en Brisbane… y Del Potro, por tanto, se presenta candidato a todo.
Alberto Puente