Javier Fernández se ha ganado a pulso ser considerado uno de los rostros más emblemáticos de la historia del deporte español. El madrileño ha conquistado este viernes su sexto campeonato de Europa consecutivo, algo que no se vislumbraba desde hace casi 100 años, cuando Karl Schäfer reinó durante ocho años. El ruso Evgeni Plushenko aún posee un título más que él, aunque para lograrlo necesitó un periodo de trece años (2000-2012).
El español hizo buena la ventaja que adquirió el pasado miércoles en el programa corto. Ahí se impuso a 35 rivales, con 12,49 puntos sobre el segundo. Una brecha insalvable si nos atenemos a los precedentes, ya nunca se habían remontado más de seis puntos en la historia. Fernández cometió un error que no ensombreció su actuación global. Se levantó, completó el programa, y obtuvo una puntuación final de 295,55 puntos, suficiente para tumbar al ídolo local Dmitri Aliev.
Su brillante actuación le sirvió para acrecentar su ventaja hasta los 21 puntos. Con dos campeonatos del Mundo en su haber, al español sólo le queda clavada una espinita: los Juegos Olímpicos. Esa cita tiene lugar este mismo año, en PyeongChang (Corea del Sur). Hace unas semanas declaró que no se conformaría con el bronce. Su objetivo es completar el círculo y colgarse un complejo oro, que terminaría por erigirle en el mejor patinador del momento, y en uno de los mejores de la historia. El primer paso ya lo ha dado. No hay mejor forma para meter miedo a sus rivales.
A. Puente