De Rafael Nadal, a John McEnroe. De 2018, a 1984. Dos nombres, dos fechas, pero un adjetivo en común: dominante. El tenista estadounidense logró la mejor temporada que se recuerda en la Era Abierta, con un balance de 82-3 que le dejó con un porcentaje de triunfos del 96,5%. Un curso en el que alcanzó la final de los tres Grand Slam que se disputaron, y en la que obtuvo el triunfo en dos de ellos. Una auténtica locura, con 42 triunfos consecutivos, un récord que aún permanece intacto, pese al intento frustrado de Novak Djokovic en 2011.
Este 2018 de Nadal no se asemeja ni de lejos a aquel año de McEnroe. Para vislumbrar cifras ‘similares’ del español habría que remontarse a su milagroso 2013. Pero el hecho en sí no se esconde en el número de partidos, sino de sets, y sobre una misma superficie. El estadounidense firmó un total de 49 consecutivos sobre moqueta, y Nadal le ha robado ese récord este mismo jueves en la Caja Mágica, tras superar en dos mangas (6-3 y 6-4) al argentino Diego Schwartzman.
Son 50 los sets consecutivos que suma el español, en este caso sobre arcilla. Un registro que dio inicio tras su derrota frente a Dominic Thiem en Roma, y que se prolonga hasta la fecha. Roland Garros 2017 y Copa Davis, Montecarlo, Barcelona y Madrid 2018. Nadie ha sido siquiera capaz de forzar un tiebreak. Unos números que merecen ser escritos: 6-1 6-4 6-1 6-1 6-4 6-3 6-0 6-1 6-0 6-1 6-2 6-2 6-2 2-0 6-3 6-4 6-0 6-2 6-3 6-1 6-2 6-2 6-3 6-1 6-4 6-4 6-1 6-3 6-3 6-2 6-0 6-2 6-4 6-1, 6-3, 6-2, 6-4 y 6-4, 6-1, 6-3, 6-0, 7-5, 6-4, 6-0, 6-2, 6-1, 6-3, 6-1, 6-3 y
Números de escándalo, que ha alcanzado el mismo día en el que Santana ha cumplido 80 años. Un pionero que facilitó el acceso de España al tenis, como el propio Nadal reconoció en rueda de prensa tras vencer en su estreno a Monfils. El alumno, no obstante, ha superado al maestro. Ya no existe mejor embajador del deporte de la raqueta que Rafael Nadal, que en el Godó ya alcanzó las 400 victorias sobre tierra batida. Una cifra más que elevada, ya que su calendario no se reduce ni mucho menos a esta superficie.
Tiene el mejor porcentaje de triunfos y nadie se acerca siquiera a su elevado número de títulos en los grandes torneos que se disputan sobre polvo de ladrillo. Tras ganar once veces Montecarlo y Barcelona, ahora busca su sexta corona en Madrid, en la que es su tierra más amarga. Eso sí, este año ni la altura ni los rivales le pasan factura. Tras apabullar a Monfils, superó el duro escollo de Schwarztman. El argentino aguantó el pulso en los primeros compases, pero con el transcurso de los juegos acusó el cansancio al que le sometió el español, hasta ceder el primer set. En la segunda manga, el esquema fue el mismo, y el resultado, el de siempre. Nadal está intratable en tierra.
Alberto Puente