Lo ha afirmado la titular de Educación, Isabel Celaá, en una rueda de prensa telemática junto al ministro de Ciencia, Pedro Duque, en la que ha asegurado que el pasado miércoles todas las comunidades, «sin excepción, compartieron la filosofía» de este acuerdo en la Conferencia Sectorial de Educación.
En concreto, el acuerdo contempla que pasar de curso será la norma, sin que eso signifique que se vaya a conceder un aprobado general, y que la repetición será una «medida excepcional».
Además, establece que la evaluación de este curso 2019-2020 será continua y la titulación «debe de ser la práctica habitual» para los alumnos que finalicen 4º de ESO o 2º de Bachillerato y FP, decisión que será tomada, en todo caso, por el claustro de profesores en su conjunto.
Pero Madrid, Murcia, Andalucía y Castilla y León han reclamado una legislación concreta y precisa con los criterios de evaluación, promoción, repetición y titulación de los alumnos para apoyar el plan sobre el fin de curso de Educación, que consideran que genera «agravios» y «desigualdades».
Celaá ha mencionado esta disconformidad de algunas comunidades autónomas en algunos puntos, por lo que ha subrayado que el Ministerio está trabajando para extender el acuerdo y ha confiado en que así sea.
«El objetivo merece la pena», ha insistido la ministra de Educación, quien ha resaltado que el sistema tiene que ser «justo» y flexibilizar los criterios de evaluación para que «nadie quede atrás» y se proteja a los más vulnerables.
Además, Celaá ha señalado que sería «una pena» que, compartiendo el concepto, «no fuéramos todos juntos».
La ministra ha insistido en que no corresponde a su departamento fijar el número de suspensos permitidos para pasar de curso, ya que existe una legislación básica a este respecto.
«Los que conocen al alumno, los que tienen competencia para evaluarlo son las juntas de evaluación y los equipos docentes», ha dicho Celaá, que ha hecho hincapié en que el acuerdo impulsado por el ministerio y la mayoría de las comunidades trata de «incorporar un paraguas» para alinear la respuesta a un trauma sanitario y que afecta al sistema educativo.
Según la titular de Educación, no se trata de desigualdades entre las comunidades, porque éstas «conservan las competencias intactas». «Se trata de decirles, ‘¡Ojo! Estamos en una situación de urgencia y vamos a cuidar que estos alumnos que viven una situación preocupante puedan superar su curso, no tanto por el numero de asignaturas, sino porque cumplen con los objetivos generales de la evaluación'», ha apostillado la ministra.
Sobre el curso 2020-2021, ha recordado que su programación tendrá que servir para resolver las carencias y el déficit que el alumno pueda presentar por insuficiencia de la educación presencial en este último trimestre.
Estrella Digital