Sergio Llull, jugador del Real Madrid y miembro de la Selección Nacional de Baloncesto, ha querido iniciar sus recién cumplidos 34 años con un nuevo título: ‘luchador contra el hambre’.
“Desde pequeño me ha movido el afán de superación y nunca he sido de quedarme con los brazos cruzados ante un reto. Y menos ahora que, entre otras cosas por efecto de la pandemia, hay millones de familias con dificultad para acceder a alimentos. Es el momento de pasar a la acción, de que todos luchemos contra el hambre”, señala el nuevo embajador de Acción contra el Hambre.
Llull ya demostró su iniciativa y solidaridad al inicio de la pandemia, participando en la campaña #NoNosRendiremos: la primera operación de emergencia de Acción contra el Hambre en España ante el impacto de la COVID-19 en las familias españolas de menos recursos.
“Me gustaría aprovechar la oportunidad que tengo, como deportista, para transmitir el mensaje de que, en un mundo que produce comida de sobra para todos, no es admisible que haya personas que padezcan o mueran de hambre.” – comenta Sergio Llull – “Al hambre la podemos derrotar entre todos, pero no podemos hacerlo solos, necesitamos a todos, personas e instituciones para que se empiecen a tomar medidas”.
Según datos de Naciones Unidas, el hambre sigue aumentando por quinto año consecutivo, con hasta 811 millones de personas en el mundo que se enfrentan a ella. Pero, además, 3000 millones de personas no tienen acceso a una dieta saludable: la crisis socioeconómica desatada por la pandemia se ha traducido en una crisis alimentaria.
“La lucha contra el hambre es una carrera de fondo, un trabajo duro que requiere profesionalidad, entrega, constancia, trabajo en equipo y mucha empatía. Sergio encarna tanto dentro como fuera de la pista, los mejores valores de Acción contra el Hambre”, comenta Olivier Longué, director general de Acción contra el Hambre.
Con su nuevo puesto de embajador Llull quiere llamar la atención al hecho de que la desnutrición aguda y crónica afectan, en su totalidad a casi 200 millones de niños y niñas en el planeta y, cada año, 3,1 millones de menores de 5 años mueren por falta de alimentos. “Sin una correcta alimentación, los niños no pueden desarrollarse ni física ni intelectualmente. Por eso es tan importante la lucha contra el hambre”, señala Sergio Llull.
Acción contra el Hambre trabaja desde 1979 para paliar las causas y efectos del hambre a través de proyectos de nutrición, seguridad alimentaria, agua y saneamiento, salud y reducción de riesgos y desastres.
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