Fuentes del Departamento de Seguridad han afirmado -en contra de lo que afirmó anoche el entrenador del Atlético, Diego Pablo Simeone,- que la Ertzaintza contó con un dispositivo «diseñado, planificado con antelación y preparado» y que hubo presencia policial en todo momento.
Simeone se quejó de que el autobús del equipo no había contado con la protección adecuada, tanto en la rueda de prensa posterior al partido como en el saludo al técnico de la Real Sociedad, Imanol Alguacil, a quien abroncó antes del partido y le reprochó los hechos.
Además, testigos presenciales han relatado, tal y como se observa en un vídeo, que a la llegada al campo, tras el ataque al autobús rojiblanco, que resultó con tres lunas rotas, Simeone recriminó a una patrulla de la Ertzaintza por los hechos sucedidos.
El autocar llegó a Anoeta entre el lanzamiento de objetos, insultos y cánticos de recuerdo a Aitor Zabaleta, el aficionado de la Real Sociedad asesinado en los aledaños del Estadio Vicente Calderón en 1988.
El consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha asegurado, en una entrevista en ETB-1, que la Ertzaintza «estuvo presente desde el principio», aunque no hubo una actuación más intensa «porque no fue necesaria».
Ha recordado que durante los altercados, en otro punto diferente al del ataque al autobús, hubo un herido leve por una agresión y ha aclarado que no se trataba de un aficionado colchonero.
Ha tachado de «lamentable» la recepción al autocar del Atlético de Madrid, en la que ha admitido que hubo «ataques e insultos».
El consejero ha indicado que se produjeron daños materiales, «sobre todo en furgonetas de la Ertzaintza y en el mobiliario público», sin hacer mención a los daños que presentaba el autobús del Atlético.
Ha afirmado que se abrirá una investigación pero ha adelantado que en este tipo de altercados multitudinarios resulta «muy difícil concretar responsabilidades concretas». EFE
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