Los motivos futbolísticos y los personajes de los dibujos animados televisivos son de nuevo este año los principales protagonistas de las monas de Pascua catalanas, aunque también se ha colado como novedad Alèxia Putellas y su Balón de Oro, reclamada por muchas niñas a sus padrinos como estrella de estos tradicionales pasteles.
El pastelero y artista chocolatero Christian Escribà ha explicado a Efe que Alèxia Putellas se ha convertido en una de las estrellas de las monas más demandas, «extensible a todo el equipo de fútbol femenino del Barça».
Escribà está enfrascado en esculpir una gran mona encargada por un cliente, que no puede revelar, que reproduce una furgoneta, una Chavineta popularizada por el programa televisivo Polonia de TV3, con los jugadores del Barça dentro, que medirá 1,20 metros de largo, por 80 centímetros de ancho y otros 80 de alto, y tendrá un peso de más de 50 kilos.
«Nosotros hacemos 30 tipos de monas diferentes porque la mona va desde los cero años hasta los 12 y 14, y los niños y las niñas tienen gustos diferentes, y no es lo mismo lo que le gusta a uno de 6 años que a uno de 12», especifica el pastelero, hijo del influyente maestro chocolatero Antoni Escribà.
En las monas que se venden este año en la pastelería Escribà se pueden ver desde personajes como el youtuber AuronPlay -«para la franja más adulta de los menores», dice Escribà-, hasta los tradicionales Pikachu, los ya clásicos protagonistas de las películas de Disney y de Pixar, los superhéroes Spiderman y Batman y, como siempre, de Star Wars.
«En las pastelerías artesanas también preparamos nuestras propias creaciones que no están inspiradas en personajes mediáticos pero que de alguna manera también enamoran a los niños», puntualiza Escribà.
Otra de las novedades de este año es que los pasteleros catalanes se han unido en el proyecto «Mona por la Paz», una campaña en la que, por cada mona vendida, donarán un euro a la ONG World Central Kitchen del cocinero español José Andrés para que la destine al abastecimiento de comida para los refugiados ucranianos que están en la frontera polaca.
Según Escribà, «esta iniciativa es una manera segura y directa de ayudar a esta desgracia que está pasando en Ucrania».
El Gremio de Pastelería de Barcelona ha calculado que este año se venderán más de 700.000 monas de Pascua y se recuperarán las ventas prepandémicas, ya que el año pasado se vio afectada por las restricciones de aforo para los encuentros familiares.
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