La enfermedad del pie llamada Müller–Weiss se trata de un problema por deformación del hueso escafoides del pie que provoca un fuerte dolor y no se conoce muy bien la causa. El escafoides es un hueso que tenemos en pies y manos, imprescindible para un buen movimiento de los mismos. En el caso del pie se denomina escafoides tarsiano o navicular.
El escafoides tarsiano forma parte de la columna media del pie. Si se deforma puede afectar al movimiento y resultar doloroso. Eso es lo que pasa con el síndrome de Müller-Weiss, una enfermedad que puede resultar muy incapacitante. El tenista Rafa Nadal lo lleva sufriendo desde el año 2005.
Ahora Rafa acaba de ganar de nuevo el prestigioso trofeo Roland Garros, pero este problema ha dejado al tenista fuera de algunas competiciones muy importantes a pesar de que él mismo asegura que no está lesionado, sino que es un «jugador que vive con una lesión».
Tratamiento de la lesión
Tras conquistar su decimocuarto título de Roland Garros en una agónica edición en la que tuvo que luchar contra grandes rivales y también contra el dolor de su lesión crónica en el pie izquierdo a base de infiltraciones, el tenista voló de París a Barcelona para ponerse a disposición de su médico de confianza, el doctor Ángel Ruiz-Cotorro, que le acompañó en París durante la celebración del Roland Garros para tratarle de estas molestias en el pie a base de anestésicos para dormir el pie y no sentir dolor.
Nadal sigue trabajando en Wimbledon. Y Francis Roig, uno de sus técnicos, ha pedido paciencia con el nivel de Rafa en hierba. Roig atendió a Efe tras el segundo entrenamiento realizado en el Aorangi Park de Wimbledon. En la sesión de dos horas, Nadal cedió en un partido de entrenamiento contra el polaco Kamil Majchrzak, número 91 del mundo, pero no es motivo de preocupación para el equipo del español. «Es un poco en la dinámica que hemos visto en los últimos años que hemos venido aquí. Al principio nos cuesta. Son dinamismos totalmente diferentes a los de tierra, no venimos de jugar ningún torneo en esta superficie. Antiguamente, solíamos jugar algún torneo en esta superficie, pero ahora venimos directos», dijo Roig.
Nadal se mostró visiblemente molesto con su nivel en varios momentos del partido, pero Roig apuntó que es normal en él. «No es la primera vez ni será la última, espero. Es normal porque cuando empiezas en hierba… Ha estado jugando en Mallorca cuatro o cinco días, pero una cosa es pegarle a la pelota más en parado, sin esperar nada, que esto. Teníamos que tener cuidado con el pie y aquí hay más objetivos jugando, la exigencia es mayor. Es normal que al principio cueste«, añadió.
Sobre el estado físico de Nadal, Roig afirmó que está bien: «Físicamente está bien. La semana pasada fue positiva y por eso tenía muchas ganas de venir aquí. Tenemos que ir despacio y buscar los mecanismos que te permiten sentirte bien en cancha. Todo esto te lo dan los entrenos», finalizó el entrenador del 22 veces ganador de Grand Slam.
Rafael Nadal volvió a ganar en hierba este miércoles tres años después de su último triunfo en esa superficie, al imponerse al suizo Stan Wawrinka por 6-2 y 6-3 en la exhibición de Hurlingham. El español ultima estos días su preparación para Wimbledon con los entrenamientos en el All England Club, donde ya ha completado tres, y con la exhibición de Hurlingham, en la que disputó el primero de los dos partidos que tiene programados.
Tras haberse probado en sets de entrenamiento esta semana, con derrotas ante el búlgaro Grigor Dimitrov y el polaco Kamil Majchrzak, Nadal dio un paso adelante en la alfombra de Hurlingham, ubicada en uno de los clubes más exclusivos de Londres.
El español se ejercitó por la mañana en Wimbledon y acudió después a Hurlingham acompañado por su equipo, integrado por Francis Roig, Marc López y Rafa Maymó, además de varios amigos. «Estoy muy contento de poder estar de vuelta, tras el año de la pandemia, la lesión del año pasado… Es un placer jugar aquí», apuntó en declaraciones a pie de pista. «Es positivo poder jugar un par de partidos antes de que empiece Wimbledon. Antes solía jugar en Queen’s, ahora soy muy viejo para jugar tantos partidos. Para mí es perfecto poder jugar un par de partidos aquí, me ayuda a acostumbrarme a la competición», añadió.