El Barcelona podría estar en la Europa League por segundo año consecutivo. Si el Inter de Milán se impone ante el Viktoria Plzen en casa, el sueño del club blaugrana no formaría parte de la fase eliminatoria de la Champions League.
El empate «in extremis» de ayer en el Spotify Camp Nou, le permite al club seguir luchando por la clasificación. Con la excepción de que ya no vale con el simple hecho de ganar. Ahora, además de ganar, el FC Barcelona depende de lo que haga el equipo de Milán. Un Lewandowski mágico salvaba ayer los papeles a su equipo que se encuentra en una situación crítica.
Entre Sergi Roberto y Ousman Dembelé, llegaba el primer gol del Barça que les adelantaba en el marcador y causaba furor entre los asistentes al estadio. El sueño parecía posible, la clasificación a los octavos de la Champions League comenzaba con buen pie. Se iban al vestuario con un gol de ventaja y con la mente fría, sabiendo que en la segunda parte tenían que marcar un segundo e impedir que el Inter hiciera de las suyas.
Pero la segunda parte iba a dar la vuelta al marcador. Nicolo Barella no estaba nada de acuerdo con eso de que el conjunto blaugrana se hubiera adelantado en el marcador, así que decidió poner el balón en la escuadra izquierda, donde Ter Stegen no podía llegar, para subir el empate al marcado.
El FC Barcelona a un paso de la Europa League
13 minutos después, el Spotify Camp Nou se quedaba en silencio. Un disparo raso de Lautaro Martínez, dejaba a todo el estadio en silencio y con medio pie fuera de la Champions League.
Mucho tardó en reaccionar la estrella polaca, que hasta el minuto 82 de partido no fue capaz de hacer subir otra vez el empate al luminoso batiendo a Andre Onana. Y sobre la cocina, con la afición culé sufriendo, iba a llegar un golpe fatal que ponía entre la espada y la pared al conjunto blaugrana. Robin Gosens disparaba al poste derecho de la portería local y ponía en el marcador un 2-3 que no gustaba nada a una afición completamente descompuesta.
Pero Lewandowski quería una última oportunidad para su equipo y aprovechaba un centro de Eric García para enviar al fondo de la red un cabezazo de campeonato. Y a pesar de el empate del delantero culé, Ter Stegen iba a ser el que salvara a su equipo de la eliminación directa con dos paradas en los últimos minutos de partido. El primero un disparo de Asllani y poco después, un disparo de Gosens, que buscaba su segundo gol del partido.
Aunque no es suficiente en su camino a octavos, el polaco ha querido utilizar la última bala en la recámara del club, confiar en la suerte y rezar porque el Inter tenga un desliz en Milán. El Barcelona podría estar en la Europa League por segundo año consecutivo si la suerte no le sonríe.