Los jugadores de la selección italiana fueron recibidos con abucheos y en medio de los gritos de «vergüenza» pronunciados por un reducido grupo de aficionados a su llegada al aeropuerto romano de Fiumicino, tras quedar eliminados en la primera ronda del Mundial de Sudáfrica.
Ésta fue la imagen ofrecida por el canal de televisión por cable SkyTG24, a la llegada de la «azzurra» a la capital italiana alrededor de las 8.00 hora local. En silencio, con caras serias y tensas, parte del equipo salió del aeropuerto protegido por un cordón policial, mientras el resto de los jugadores prosiguió su viaje hasta Milán, en el norte del país.
Entre los que concluyeron su viaje en Roma, figuraba el capitán de la selección, Fabio Cannavaro, que fue uno de los principales blancos de las críticas de los aficionados que le decían «vete a Abu Dabi, en alusión al reciente fichaje del ex madridista por el club Al Ahli para las dos próximas temporadas. Los aficionados también increparon al hasta ahora técnico de la selección, Marcello Lippi.
Por otro lado, uno de los incidentes que marcó el regreso de los «azzurri» estuvo protagonizado por el jugador del Juventus Simone Pepe quien se enfrentó con los periodistas debido a la portada publicada por el diario il Giornale, propiedad de la familia Berlusconi, tras la derrota ante Eslovaquia (3-2) con una viñeta en primera página con once ataúdes azules en un campo de fútbol.
«¿Quién escribe para ‘il Giornale? No hay nadie. Visto que ha puesto once ataúdes azules en portada podéis decirle que es un enterrador, espetó Pepe a los periodistas. A su llegada a Roma, Pepe admitió que entre los jugadores reina una gran «amargura» y calificó lo sucedido de «tragedia deportiva, para después justificar su reacción por la iniciativa de il Giornale asegurando que le pareció «excesiva» y que el rotativo había superado el límite.
El atacante de Fabio Quagliarella, uno de los protagonistas del partido contra Eslovaquia, aseguró que preferiría haber pasado a la siguiente ronda antes que haber tenido la oportunidad de jugar. «Todos hemos hecho un ‘mea culpa’, hemos pedido perdón, esperemos que en el futuro tengamos una Italia más fuerte, declaró el futbolista.