El suizo Fabian Cancellara (Saxo Bank) ganó su cuarto prólogo en un Tour de Francia con una enorme exhibición a pleno «motor» que le llevó hasta el podio para
estrenar el maillot amarillo, mientras que Lance Armstrong, cuarto, le ganó la partida a Alberto Contador, sexto, a 27 segundos del ganador y a 5 del estadounidense.
Efectivamente, «Espartaco» Cancellara, de 29 años, triple campeón mundial de contrarreloj y medalla de oro en los Juegos de Pekín, parece que lleva un motor, pero no camuflado en su bicicleta, sino en las piernas. Con su habitual fuerza, machacó a sus rivales sin piedad.
Tras cubrir los 8,9 kilómetros de recorrido en las atiborradas calles de Rotterdam, Cancellara , el maestro de las prólogos, marcó un tiempo en meta de 10 minutos exactos, a una media de 53,4 kilómetros por hora. Tremendo, incontestable. Batió por 10 segundos al alemán Tony Martin (Columbia), que abrazó la victoria hasta que se la arrebató a toda mecha el ciclista de Berna. La tercera plaza fue para el británico David Millar (Garmin), a 20 segundos.
En un inicio de Tour muy interesante, Lance Armstrong (Radioshack) inició su anunciada última vuelta en Europa con el cuarto puesto, a 22 segundos de Cancellara y 5 por delante de Alberto Contador, sexto (Astana), que no pudo superar a su ex compañero y ahora rival directo. Se intercaló entre ambos el británico Geraint Thomas (Sky), una apuesta clara de futuro.
Armstrong y Contador han empezado de la mano el Tour de Francia, pero las diferencias con algunos de los considerados favoritos fueron significativas para tan corto recorrido, por lo que podrán guardar un tiempo precioso ante la visita al temido adoquinado belga.
Así, Andy Schleck (Saxo Bank), rival número uno para Contador, le regaló al madrileño 42 segundos y fue el perdedor en la fiesta inicial del Tour. Su hermano Frank, Samuel Sánchez, Denis Menchov e Ivan Basso y Sastre cedieron en torno a medio minuto, lejos de sus mejores prestaciones.
Rotterdam se une a la alegría de la ‘oranje’
El estadounidense Levi Leipheimer aguantó el tipo a 1 segundo del doble vencedor del Tour, así como su compañero Andreas Kloden, Cadel Evans y Roman Kreuziger, todos entre los 9 y 12 segundos, como el campeón de España, Luis León Sánchez.
La lluvia se presentó de improviso en Rotterdam. Quien lo iba a decir después de unas jornadas de calor en lo climatológico y en los social, ya que la víspera del Tour vivió la alegría naranja del triunfo de Holanda sobre Brasil. Y el agua no trató a todos por igual. Benefició a Tony Martin (Columbia), que voló con la pista seca para marcar en meta 10.10 segundos. Una referencia muy seria para el campeón de Alemania contrarreloj.
Las nubes se la jugaron, sin embargo, al británico Bradley Wiggins, otro supersónico, el líder del Sky, que firmó su tarjeta a 46 segundos de Martin. Pasaban nombres de relumbrón y no había manera de desbancar a Tony Martin. El británico Geraint Thomas (Sky), todo un campeón mundial y olímpico de persecución por equipos no le pudo batir y cedió 13 segundos, mientras que el estadounidense Tyler Farrar (Garmin), un depurado esprinter, se aupaba a la tercera plaza provisional a 18.
La jerarquía iba dejando sensaciones en meta. Leipheimer cedía en meta otros 18 segundos, Andreas Kloden 26 y el veterano David Millar, que entraba en la quiniela vencedora cruzaba la línea a 10 segundos, en ese momento segundo clasificado. El británico pudo celebrar con un buen resultado el décimo aniversario de su primera victoria en el Tour, un prólogo de 19 kilómetros disputado en Futuroscope. Rubén Plaza, noveno, aparecía entonces como primer español a 26 segundos de Martin.
Expectación al ver a Armstrong y Contador
Por capricho de la naturaleza dejó de llover antes de que salida de la alta jerarquía, de lo máximos favoritos. Subieron los grados ambientales con los ciudadanos de Rotterdam enfervorizados al ver en acción a los Armstrong, Cancellara, Evans y Contador.
Con el asfalto casi seco «Espartaco» Cancellara mejoró en 6 segundos el tiempo de Martin en el punto intermedio (4,200 kms), un aviso del campeón olímpico, que ya había sacado de las piernas su motor particular. Un huracán el ciclista del Saxo Bank que enseguida le obligó a cambiar en Tony Martin el rostro de la ilusión por el del desencanto.
El ganador de las cronos de la Vuelta a California y Suiza, no tuvo más remedio que tomar nota del catedrático suizo. La lluvia metió el miedo en el cuerpo a los que se realmente se juegan el Tour en cada pedalada, pero en Cancellara esa sensación parece no existir.
Desde el primer metro fue a buscar su sexta victoria en la grande boucle. Ganó las prólogos de Lieja 2004, Londres 2007 y Mónaco 2009. Un año después repitió la jugada, pro con el palmarés más florido después de sus hazañas en la París-Roubaix y Tour de Flandes.
«Quería demostrar que soy el maestro de las prólogos, aunque piensen que llevo motor no ha sido nada fácil ganar», dijo al cruzar la meta. Centro de las sospechas del nuevo dopaje mecánico, tenía ganas de tapar boca el campeón olímpico, quien prestó la bicicleta a los ingenieros de la UCI para comprobar que el único motor que le ayuda es el de sus piernas.
Este domingo se disputa la primera etapa entre Rotterdam y Bruselas, con un recorrido de 223,5 kilómetros, completamente llana y propicia para una llegada masiva. Los esprinters a escena.