El entrenador del Madrid, Jose Mourinho, rechazó este lunes que su equipo haya recibido una humillación por parte del Barcelona en el Camp Nou, ni que él se sienta así, y se limitó a argumentar que el 5-0 sólo fue «la derrota más abultada» en su carrera.
Mourinho aseguró que se sintió impotente en el campo y que en la segunda parte no pudo «ayudar» a su equipo, por lo que prefirió quedarse en el banquillo, concretamente cuando el Madrid encajó el tercer gol.
Lejos de mostrarse abatido, el portugués se presentó en la sala de prensa del Camp Nou con aires de renovación, ya que dijo que tras el 5-0 no podía hacer nada más y que sólo le quedaba el trabajo de mañana en los entrenamientos.
«Hoy ya no tenemos nada más que hacer. Mañana tenemos mucho trabajo, y esperar el próximo partido. Esto es un campeonato y sólo estamos a dos puntos del líder. Esta es una derrota fácil de digerir», añadió.
El entrenador madridista insistió en la idea «fácil de digerir», pues se amparó en que no le queda ningún argumento para defenderse, al asegurar que no podía apoyarse en un mal arbitraje, palos en la meta de Valdés u otras circunstancias.
«No tuvimos la posibilidad de ganar. Es un partido fácil de comentar. Un equipo jugó al máximo de su potencia y otro jugó mal», señaló el técnico, que insistió en el que el campeonato seguirá siendo igualado con pocos puntos arriba uno u otro, en alusión sólo al Barça y al Madrid.
Finalmente, Mourinho apeló al «carácter» de sus jugadores y a «no llorar» después de la derrota por 5-0 en el Camp Nou.