Desde hace muchos años, las lesiones en el Real Madrid se tratan de forma curiosa. Los servicios médicos del club, condicionados por la opinión de los futbolistas, se suelen empeñar en que sus estrellas se operen fuera de España, con cirujanos de reconocido prestigio. Nada de esto se escapa de lo normal, el problema es que las cosas suelen salir mal con más frecuencia de lo habitual.
La grave lesión que sufrió Marcelo hace dos años tuvo un tiempo de recuperación mucho más amplio del esperado y el caso de Higuaín se convirtió en el colmo de los colmos. El ahora jugador del Nápoles vio como le recomendaban evitar el quirófano, para terminar operándose bastante tiempo después de una hernia discal que le dejó marcado durante el resto de partidos que jugó de merengue. Nunca volvió a ser el mismo.
Sin embargo, este tipo de casos todavía se encuentran esta temporada. La lesión de menisco de Varane se pintó como algo menor y ha terminado comprometiendo el futuro del central con mayor proyección del mundo. Primero le operaron con un resultado dudoso y ahora están intentando evitar un segundo paso por quirófano sin que el jugador dispute muchos encuentros seguidos. Ya se verá el resultado real después del Mundial.
Además, el caso de Jesé es la gota que colma el vaso. El canario se operó en ligamento, pero en plena recuperación sufrió una infección que puede complicar seriamente su futuro. Regresó a Alemania, donde se había confiado en un doctor de reconocido prestigio, y el club está preocupado porque, después de muchos días. el extremo todavía no puede regresar. El caso es muy similar al de Antonio Maceda y en las oficinas del Bernabéu existe una preocupación real que hace que algunos se atrevan a hacer comparaciones. El ahora comentarista no volvió a jugar tras una infección parecida.
Por eso, Cristiano Ronaldo ha perdido completamente la confianza en los servicios médicos del Real Madrid. El luso piensa que podría haber jugado la final de Copa si los galenos no se hubieran equivocado estrepitosamente en su diagnóstico. El Balón de Oro arrastra problemas en el tendón rotuliano desde hace meses, que no se terminan de solucionar, pese a que los médicos le pidieron que fortaleciese la zona con trabajo con pesas.
El portugués tenía fe ciega en profesionales con los que tiene una buena relación personal, pero tras sufrir una rotura de fibras, todo cambió. Los empleados del club le pidieron que siguiera haciendo el mismo trabajo que cuando solo tenía las tendinitis y eso produjo que el tamaño de la rotura aumentara.
Una vez que CR7 conoció la situación, decidió acudir al fisioterapeuta que trató las lesiones de Pau Gasol y Falcao, dando la espalda a los médicos del club. Sin embargo, la otra versión posible es que el Madrid se empeña en ocultar las verdaderas lesiones de sus jugadores, para no crear alarma entre sus seguidores, siempre que puede. Lo que está claro es que en los servicios médicos blancos siempre reina la falta de transparencia.