El Real Madrid se impuso al Bayern (0-4) en el partido de vuelta de semifinales de la Champions League en una noche que quedará grabada en la mente de los seguidores madridistas durante mucho tiempo. El Madrid le dio una lección de fútbol al favorito en un duelo en la que Sergio Ramos se consagró como mito del madridismo. Cristiano cerró la goleada con otro doblete.
Casillas no tuvo que hacer ni una sola parada porque el Bayern tuvo el balón sin saber qué hacer con él en ningún momento. Guardiola quiso jugar como en Barcelona, pero en Alemania no estaban ni Messi ni Iniesta. 5-0 en el global de la eliminatoria, pero pudieron ser muchos más. Xabi Alonso se perderá la final porque vio amarilla en una acción desafortunada cuando el partido ya estaba decidido.
Guardiola sacó un once sin los experimentos de la ida, con Lahm en el lateral derecho y con Müller de enganche, pero con el mismo planteamiento simplón que en el Bernabéu. Por su parte, Ancelotti alineó a su once tipo, aunque exigió mucho más a Bale, que se convirtió en el cuarto centrocampista y su equipo lo notó.
El partido comenzó según lo esperado. Al Madrid no le importaba no tener el balón y el Bayern se gustaba con el esférico, pero como si fuese por delante en la eliminatoria. El equipo de Múnich no tuvo durante toda la eliminatoria un `plan b’. Como en el declive del Barça de Guardiola, a nadie se le ocurría disparar desde lejos y el toque se convertía en pura monotonía. Se puede monopolizar el balón y jugar de pena, por mucho que los que no conciben otro tipo de fútbol sigan despreciando la contra y el juego vertical. Esta noche el fútbol ganó a la retórica de un equipo que se creía invencible.
La defensa del Bayer, un chiste
El Madrid supo desde el principio que podía machacar el partido si era capaz de aprovechar los espacios que el campeón de la Bundesliga iba a dejar en defensa. Guardiola sabía de sobra que el Madrid jugaría a eso y no hizo nada para evitarlo. Solo se preocupó de decirle a Neuer que jugase adelantado y no se ocupó de blindar a su defensa, que por otro lado es una auténtica banda (otro punto en común con el Barça).
De hecho, en una de las salidas desesperadas del portero llegó la primera clara para el Madrid. Di María metió un pelotazo desde el centro del campo y con eso ya se creó una ocasión clara. Neuer salió más de la cuenta y tocó con la cabeza un balón que quedó para Bale en tres cuartos de campo. El galés la enganchó de volea, pero el balón salió por encima del larguero.
Bale perdonó, pero Ramos no lo hizo en las dos siguientes jugadas. El de Camas tiró de casta y se puso al Alianz por montera. El central se levantó por encima de todos en un córner y en una falta lateral, lanzados de forma magistral, e incrustó el balón en la portería alemana. Todo gracias a la defensa zonal que siempre propone el entrenador de Santpedor, que permitió que Pepe peinase en el segundo tanto y que Sergio llegase en vuelo en las dos jugadas en las que la defensa muniquesa estaba clavada.
Por aquel entonces, el Madrid ya le estaba dando un baño al equipo que esta noche dejó de ser el mejor de Europa. Los alemanes quedaban retratados en cada jugada y solo podían pagar su frustración con Carvajal, al que fueron a buscar como una pandilla de matones en varias ocasiones. El lateral derecho madridista era aparentemente el más débil, pero les dio una nueva lección. No respondió a las provocaciones ni cuando Ribery, al que secó completamente, le cruzó la cara de un bofetón.
Después, Cristiano tuvo tres para matar a la contra. En la primera su disparo se fue desviado por poco. En la segunda. Bale le asistió en una de las mejores contras que se han visto en la historia de la Champions y CR7 no perdonó y en la tercera, otra salida Kamikaze de Neuer acabó con el balón saliendo de forma muy parecida a la primera de Bale. Así terminó la primera parte, con Casillas como un simple espectador.
Tras la reanudación, el partido ya no daba para mucho más. Guardiola quitó a su delantero y puso a Javi Martínez para que no le cayera un saco de goles a su equipo. Robben estuvo cerca de recortar distancias en un clásico disparo de los suyos que salió rozando el poste, pero el Madrid seguía a lo suyo. Los de Ancelotti mantuvieron el orden y pudieron hacer más daño.
Coentrao rozó el cuarto en una acción en la que terminó enredado con Cristiano, mientras que el público del Alianz aprovechaba los cambios para pitar a su entrenador y a sus jugadores. En ningún momento, el Bayern tuvo ni siquiera un arranque de orgullo. Finalmente, Cristiano cerró el marcador cuando el partido ya estaba agonizando con un remate de falta que coló a Neuer por debajo de la barrera.
El Madrid estará en la final de Lisboa doce años después de su última gran cita continental con CR como máximo goleador histórico de la Champions en una sola campaña.
BAYERN MÚNICH: Neuer, Lahm, Boateng, Dante, Alaba, Schweinsteiger, Kroos, Müller (Pizarro, min.72), Ribéry (Gotze, min.72), Mandzukic (Javi Martínez, min.46) y Robben.
REAL MADRID: Casillas, Carvajal, Pepe, Sergio Ramos (Varane, min.75), Coentrao, Xabi Alonso, Modric, Di María (Casemiro, min.84); Bale, Benzema (Isco, min.80) y Cristiano Ronaldo.
Goles
0 – 1, min.16, Sergio Ramos.
0 – 2, min.20, Sergio Ramos.
0 – 3, min.34, Cristiano Ronaldo.
0 – 4, min.89, Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Pedro Proença (POR). Amonestó a Dante (min.18) en el Bayern y a Alonso (min.38) en el Real Madrid.