El Atlético de Madrid superó al Chelsea (1-3) y estará en la final de la máxima competición continental 40 años después de su última cita. Los colchoneros han alcanzado la gloria gracias al papel fundamental de un entrenador que supo dotar a sus hombres de una mentalidad infranqueable. Los rojiblancos supieron sufrir en la primera parte, pero también fueron capaces de descoser a su rival en cuanto encontraron opciones.
Los rojiblancos se vieron por debajo en el marcador y reaccionaron como un equipo campeón. Con el marcador a favor ya fueron imparables. El Chelsea desapareció ante la adversidad, en una noche en la que Diego Costa volvió a mostrar un carácter envidiable, Courtois apareció cuando se lo pidieron, Adrián marcó y Tiago jugó su mejor partido como rojiblanco. Este equipo también tiene fondo de armario.
Aparentemente, Mourinho volvió a alinear un once ultradefensivo, pero en realidad la presencia de Hazard lo cambió absolutamente todo en los primeros instantes. El belga convierte a un equipo vulgar en un conjunto alegre cada vez que toda la pelota y el Atlético lo notó al comienzo. Por su parte, Simeone decidió apostar por Adrián en el lugar de Raúl García, para completar el once que todos los rojiblancos esperaban este miércoles.
Con estos protagonistas, los dos conjuntos salieron a no perder el sitio. La consigna de los entrenadores era muy clara. No debían cometer errores porque el rival que había enfrente no era de los que perdonaban. Sin embargo, esta vez las beligerancias empezaron muy pronto, al contrario que en el soporífero partido de ida, donde a Mou no le interesaba jugar sin Hazard.
Koke estrelló en el larguero primero y en el palo después un centro-chut que se tragó completamente el veterano Schwarzer. En cualquier caso, ese primer amago de dominio colchonero se quedó solo en eso. Poco a poco, el Chelsea demostró que cogió a su manera el mando de las operaciones.
El Atlético sufría más de la cuenta y no encontraba respuesta mientras llegaban las primeras oportunidades ‘blues’. David Luiz lo probó de chilena en un balón que salió rozando el palo. Se atrevió el pajarito a disparar a la escopeta como no lo había hecho en los primeros 90 minutos de la eliminatoria. No obstante, el Chelsea dominaba territorialmente sin crear demasiadas ocasiones porque la defensa rojiblanca no tiene resquicios, aunque Juanfran lo pasó realmente mal al inicio.
Reacción de campeón
De hecho, el gol del Chelsea llegó y no se debió a un fallo de los de Simeone. Todo fue gracias a una auténtica genialidad de Willian que dejó tirado a Godín y le cedió el balón a Azpilicueta, que centró y encontró a Torres. ‘El Niño’ disparó, su tiro tocó en Miranda y se alejó de Courtois. Fernando no celebró el gol porque era una puñalada en el corazón de la afición de su vida.
Después, el segundo parecía estar más cerca, pero entonces apareció el carácter que ha permitido a un equipo terrestre superar a los dos gigantes que del fútbol español en la Liga. El Atlético no estaba acostumbrado a verse por detrás en el marcador, pero eso no evitó la reacción a lo campeón. Marcó Adrián en una gran jugada en la que Tiago vio mejor que nadie la llegada por sorpresa de Juanfran por el costado. El lateral supo tocarla de primeras y eso permitió que el asturiano definiera con tiempo muy cerca de la portería local.
Gol psicológico en el último minuto de la primera mitad, que pesó mucho en las piernas de los ingleses la segunda mitad. Terry pudo volver a desequilibrar el partido a favor del Chelsea, pero su remate en una jugada a balón parado terminó con una buena mano de Courtois. El Atleti se quedó con el susto en el cuerpo, pero no cambió su forma de jugar en esa fase del encuentro. Los rojiblancos habían recuperado el dominio territorial y consiguieron el merecido premio rápidamente.
Diego Costa se encontró con el temerario Samuel Eto’o en el área equivocada y el resultado fue un penalti clamoroso del camerunés. La pena máxima más esperpéntica de la historia de la Champions que terminó con amarilla para el hispano-brasileño y con un gol de oro para los rojiblancos. El Atlético reclamó otro penalti en una jugada previa, pero el contacto en el área era demasiado ligero como para que un árbitro tomase esa responsabilidad en un partido de esta importancia. Asimismo, el cambio ofensivo de Mou que quito a Ashley Cole por el exbarcelonista le terminó jugando una mala pasada. Con todo esto, al Chelsea no le quedaba otra que irse a por el partido por vergüenza torera.
Daviz Luiz estrelló un balón contra el palo, pero ahí terminó la furia de Stamford Bridge. El Atlético supo jugar con el marcador y no se puso nervioso en ningún momento. Terminó hipnotizando a su rival y le asestó la puntilla cuando menos se lo esperaba. Tiago y Juanfran firmaron una jugada parecida a la del primer tanto, pero esta vez fue Arda quien remató de cabeza al larguero y cogió su propio rechace a puerta varia. Entonces el espíritu rojiblanco, que ya había sido muy ruidoso durante todo el partido, se apoderó por completo del campo londinense. El partido terminó con los ‘olés’ de la grada, aunque no todo fueron buenas noticias. Diego Costa terminó tocado.
CHELSEA: Schwarzer; Ivanovic, Cahill, Terry, Cole (Eto'o, min.54); Willian (Schurrle, min.77) Ramires, David Luiz, Azpilicueta, Hazard y Torres (Ba, min.67).
ATLÉTICO DE MADRID: Courtois; Juanfran, Godín, Miranda, Filipe; Mario, Tiago, Koke, Arda (Cebolla Rodríguez, min.83); Adrián (Raúl García, min.66) y Diego Costa (Sosa, min.76).
Goles
1-0, min.36, Fernando Torres.
1-1, min.44, Adrián.
1-2, min.60, Diego Costa.
1-3, min.72, Arda Turan.
Árbitro: Nicola Rizzoli (ITA). Amonestó a Cahill (min.31) por parte del Chelsea; y a Diego Costa (min.60) y Adrián (min.65) por parte del Atlético de Madrid.