No hay más protocolo que una salida en una rotonda y un párking de tierra. Tras la valla de alambre, lo que parece un centro deportivo municipal. Es la guarida donde se entrena, discretamente, sin las histerias que provocan las estrellas de camerino, la plantilla campeona de Liga. Hablamos del Cerro del Espino, un coinjunto de campos de fútbol en una ziona de urbanizaciones de buen nivel en Majadahonda, al noroeste de Madrid.
Mediodía en Cerro del Espino, Majadahonda, cientos de aficionados colchoneros esperan deseosos la salida de sus ídolos. Jugadores que a pesar de ser campeones de Liga y jugar el próximo sábado la final de la Champions League en Lisboa, se paran y atienden día tras día, a los atléticos más fieles. Aquellos que aguantan horas en la puerta para conseguir una firma o una fotografía. “Yo llevo desde las diez de la mañana aquí y esta mañana entró Arda Turan y Courtois y me trataron muy bien. Me firmaron sin problemas”, cuenta Verónica García a ESTRELLA DIGITAL.
Las carreras de los jóvenes, y no tan jóvenes, ataviados con balones, postales, camisetas (para firmar y puestas encima) se suceden de una puerta a otra del Cerro de Espino. Rápidamente suena la voz de alarma: “Juanfran está saliendo por la puerta de arriba”. La estampida rojiblanca emprende el camino y en menos de cinco segundos el coche del lateral internacional está rodeado, literalmente, de aficionados. Comienza el baile de firmas, postales, balones y móviles para inmortalizar el momento. El jugador parece encantado y atiende a cada uno de los allí presentes.
Entre la marabunta rojiblanca está Sara Palop, acompañada de su madre, que es la que carga con todo. “Llevamos toda la mañana aquí esperando y es el primer día que vengo estoy encantada”. Sara, con rotulador permanente en mano espera deseosa el momento de acercarse al profeta atlético, Diego Pablo Simeone: “Lo del ‘Cholo’ ha sido muy grande, que esté aquí tanto tiempo atendiéndonos a todos es de agradecer”. Aunque también tiene algún que otro ‘pero’. “Otros jugadores se han ido por la puerta de atrás dejando a la afición tirada y eso no me parece justo porque es la afición las que les da de comer, aunque también los entiendo, se están jugando algo muy gordo”.
Es de agradecer que un equipo tan importante, con tantas estrellas en su plantilla y más aún, en una temporada tan especial, sea tan cercano a los aficionados y al igual que en un barco el capitán es el último que lo abandona, el ‘Cholo’ predica con el ejemplo y es el primero que se para. Y allí estuvo quince minutos de reloj, firmando y sonriendo como el que más, en cada una de las fotografías que le pedían.
El público aumenta, pero el Atlético no cambia la rutina
Aquí estaba también José Antonio Arana, un atlético de pro. Este joven, con unos guantes de portero en la mano, reconoce que dejó unos minutos el trabajo para venir a Cerro del Espino. “Quiero que Courtois me firme estos guantes que se los voy a regalar a un amigo”. Pablo es fiel a esta ciudad deportiva: “Como trabajo y vivo aquí al lado vengo mucho. Los jugadores son muy cercanos y la mayoría de ellos atienden a todos los aficionados”, reconoce a este periódico.
Almudena Fernández es la fan número uno, visitando ciudades deportivas. “En Valdebebas es bastante difícil, suelen pararse muy pocos jugadores. Aquí se paran más. De todas las ciudades deportivas donde estuve, aquí es donde me trataron mejor”, relata.
Y no sólo a las puertas son amables. Muchos jugadores, al finalizar el entrenamiento, se relajan por los bares de la zona. “Aquí vienen todos o casi todos los jugadores, se toman algo y atienden a todas las personas que les piden hacerse fotos, pero con los camareros son más majos”, comenta en tono jocoso, la camarera del bar que está situado en frente de la salida. Una ciudad deportiva, la del Cerro del Espino, distinta, especial, diferente El lugar de peregrinación de los atléticos, dónde mejor son tratados después del Calderón.
Una larga jornada en el día de la prensa de Valdebebas
Por otra parte, al otro lado de la ciudad, a la misma hora, el optimismo está instalado. Curiosamente, el sentir de jugadores y afición parece estar más en comunión que nunca. Todos insisten en que el partido debería jugarse ya, nadie quiere esperar hasta el sábado. «A mí me sobra el resto de la semana. Ya no puede pensar en otra cosa. Solo deseo que pasen rápido los días”, asegura un aficionado a las puertas de Valdebebas.
Además, Arbeloa, Nacho y Cristiano Ronaldo también coinciden en este punto: “¡Qué pase rápido la semana!”, “Estamos contando los días”. Los que les conocen de cerca y viven el día a día junto a ellos coinciden en que están ansiosos, no piensan en otra cosa y no necesitan ningún tipo de motivación extra. A nadie se le pasa por la cabeza que el exceso de ganas les pueda jugar una mala pasada.
Ramos prefiere darle el papel de favorito al Atlético de Madrid “porque han ganado la Liga”, pero a la afición madridista no se le pasa por la cabeza perder este partido. «El Madrid es el Madrid. En estos partidos no puede perder», asegura un seguidor blanco que espera a que los jugadores salgan del entrenamiento. Sin embargo, con quien más coinciden los aficionados es con Nacho que no tiene tapujos a la hora cantar victoria. “Vamos a ganar la décima”, un grito que se repite por todos los límites de la Ciudad Deportiva del Real Madrid. De hecho, algún aficionado se atreve a vender el oso antes de cazarlo y enseña en el móvil una fotografía titulada: “Algunos celebran la décima Liga, mientras otros buscan su décima Champions”, una frase que deja pocas dudas para él de quién manda en la capital.
El madridismo lleva semanas pensando en el partido y ni jugadores ni afición esconden las ganas
En cualquier caso, tanto afición como jugadores en general son mucho más prudentes que en la final de la Copa del Rey del año pasado donde a pocos madridistas se les pasaba por la cabeza la derrota contra el vecino. «El Atlético tiene un equipo muy fuerte y ha hecho una temporada histórica, pero con la Liga ya tiene suficiente», asegura un fan de Casillas que espera poder felicitarle el cumpleaños en persona, aunque el propio campeón del mundo admite que ya ni se acuerda de las finales, “han pasado muchos años”. “Iker es un talismán, con él en el campo no podemos perder una final», sostiene otro aficionado que se declara ‘Casillista’ y que apuesta por la continuidad del meta de cara a la próxima temporada.
Salta a la vista que no es un entrenamiento normal para nadie. No se puede hablar de nerviosismo, pero sí de unas ganas que no respiran habitualmente en el equipo merengue. Solo algunos jugadores con tablas rebajan el clima de expectación, algo que también hace Carvajal, un hombre que parece que lleva toda la vida jugando finales europeas. El día de puertas abiertas para la prensa solo es un aliciente más. Se trabaja especialmente el juego en espacios reducidos a la espera de que el Atlético se pueda cerrar en alguna fase del partido.
Todos coinciden con Ancelotti que en rueda de prensa aseguró que «no hay que tener miedo» y no se quiere poner «en ningún caso en el lugar del perdedor». “Soy optimista, positivo y estoy pensando solo en ganar», aseguró el técnico italiano en una frase que resume el sentir de todos los aficionados que se acercaron este martes a Valdebebas.
Por último, nadie duda de que Cristiano estará en la final, mientras que el propio jugador admite que se encuentra “mucho mejor”. Asimismo, en el corrillo de madridistas que discuten sobre este tema a las puertas de Valdebebas el discurso mayoritario sobre las lesiones es claro: «En estos partidos todos quieren forzar y no hay ningún lesionado grave. Estarán todos los tocados».