“No siento que tenga que recuperar anímicamente a Lionel Messi. Sigo pensando que es el mejor del mundo. Todos los futbolistas tienen altibajos. Creíamos que cuando hacía 60 goles era lo normal y no es así. Pienso que puede aportar cosas muy buenas”, dijo hace unos días Luis Enrique en rueda de prensa.
Sin embargo, en Barcelona saben que es difícil que vuelva el mejor Messi.’La Pulga’ sigue siendo un excelentísimo jugador que se reconvirtió en un goleador y se olvidó del resto de las cualidades que le hicieron ser único. Hace tiempo que Leo juega andando y que condiciona de forma alarmante el juego de su equipo, especialmente el de algunos compañeros como Neymar.
El empeño de la estrella en jugar como 'falso 9’ obligó al brasileño a jugar por la derecha cuando es un jugador que no está acostumbrado a disparar desde ese perfil. Además, con la llegada de Luis Suárez, Messi tendría que regresar a su posición inicial, partiría desde el perfil derecho, aunque su fuerza física ya no es la misma que la que antaño le hacía firmar jugadas maradonianas día sí día también.
Por eso, en Barcelona se había sostenido que Luis Enrique estaba pensando en cambiar el esquema que hizo triunfar al Barça, para colocar a Messi como mediapunta. De esta forma, el equipo culé jugaría con muy pocos jugadores dispuestos a trabajar en el medio del campo y tendría el mismo déficit que le hizo verse superado por el Atlético de Madrid o el Bayern de Múnich en las últimas ediciones de la Champions.
No obstante, parece que existe una tercera vía y no es otra que la salida de Lionel Messi. De hecho, puede que esa decisión la haya tomado el propio jugador y que la llegada de Luis Suárez tenga mucho que ver con eso. François Gallardo aseguró en La Sexta que el ‘10’ ya tiene la decisión tomada y que se irá del Barça con toda seguridad en las últimas semanas de agosto.
Parecía que este año el mercado estaba siendo bastante previsible, pero puede que todavía quede una sorpresa importante de última hora. El mediático agente sostiene que las salidas de Pinto y Cesc son una prueba más de la situación irreconciliable que viven el jugador y el club. Además, Gallardo sostiene que su fuente es un importante directivo del Barça y que en la renovación de Messi todos sabían lo que iba a ocurrir.
El jugador recibió una mejora salarial retroactiva porque eso ya estaba pactado desde agosto. Recibió la cantidad correspondiente a la pasada temporada y habló con la directiva de las opciones que tenia para quedarse. El Barcelona le habría ofrecido la llegada de Agüero para convencerle, pero el coleccionista de balones dorados dejó claro que ni con la presencia de su mejor amigo estaría cómodo en Barcelona.
En cualquier caso, todavía no ha aparecido en escena ningún club dispuesto a hacer un disparate por Messi. Parece que solo los equipos de los grandes jeques pueden permitirse esta difícil operación, pero François Gallardo está convencido de que se producirá. Se juega su patrimonio, como ya lo hizo cuando sostuvo el año pasado que Higuaín acabaría en el Nápoles.