Los campos modestos madrileños siempre habían sido pequeños Camp Nou. En especial, Getafe siempre se llena de culés cuando el Barça juega al sur de Madrid. Sin embargo, la afición del Rayo Vallecano es mucho más fiel a su equipo y en Vallecas se reúnen fanáticos que animan exclusivamente a los franjirrojos con algunos culés que consideran que el estadio del barrio de la capital es menos hostil a sus colores que Bernabéu o Calderón.
En cambio, Messi se encontró con una presión antes del encuentro que no recibe en otros campos. Los vallecanos no se metieron con su estatura ni mencionaron la nunca demostrada leyenda sobre su dopaje que le recuerdan en otros grandes estadios. En Vallecas quisieron hacer daño a ‘la Pulga’ con un tema que sí que ha llegado a los juzgados.
El día antes del encuentro, Messi había anunciado que presentará un recurso de apelación para no ser juzgado por los tres delitos fiscales que llevaran a su padre al banquillo. Anteriormente, un juez de Gavá había rechazado la propuesta de Messi porque consideraba que era una «opinión subjetiva» que el jugador «estuviera al margen de la gestión económica, contractual y tributaria de los ingresos que generaba”.
De esta forma, con sus problemas judiciales candentes un aficionado vallecano sacó el megáfono para intentar desestabilizar a la estrella azulgrana. “Paga tus impuestos, golfo” , le gritaba el hombre a Messi, mientras que otros aficionados le animaban y jaleaban, tal y como captaron las cámaras de Cuatro.
Asimismo, el aficionado hizo extensiva su crítica a otros jugadores de la plantilla barcelonista. “A robar habéis venido”, “a estafar a España habéis venido” “sin vergüenzas, o coméis pan duro como los pobres”, fueron algunas de las lindezas que les dedicó. En cualquier caso, Messi se tomó el tema con sabiduría, ya que estaba a pocos metros de su crítico y decidió ignorar los gritos, mientras se reía con Jordi Alba.
Por último, en el transcurso del partido el juego se movió con tranquilidad. Los aficionados rayistas se dedicaron a animar a su equipo, aunque en los goles culés se vio como en el estadio había muchos aficionados que animaban al equipo visitante.