Marcelo Bielsa es uno de los personajes más peculiares del mundo del Fútbol. Al argentino le llaman ‘el Loco’ por algo y sigue dejando su sello allá por donde pasa. En Bilbao marcó una época y caló rápidamente en la afición. Fue recibido como un mesías en su llegada al club vasco, pero después destacó por su meticulosidad tanto en la presión como en las obras del campo de entrenamiento. Nadie olvida tampoco su ritmo cansino en rueda de prensa.
Sin embargo, en Marsella va camino de dejar una huella todavía mayor. El exseleccionador de Chile y Argentina ha colocado al Olympique líder contra todo pronóstico, pese a que en el verano la tomó con la dirección deportiva por no traerle ninguno de los refuerzos que sugirió. Su equipo se encuentra siete puntos por encima del todopoderoso PSG, con muchos menos recursos financieros.
En cualquier caso, ‘el Loco’ no es noticia en Francia este domingo por lo que hacen sus pupilos dentro del terreno de juego. Todos los canales de deportes le han prestado atención porque el argentino se quemó el trasero con un café recién sacado al irse a sentar.
El argentino estaba apoyado en una nevera de plástico, cuando se levantó y un miembro de su equipo técnico le trajo un café, que dejó sobre su improvisado asiento. Bielsa quiso volver a sentarse, pero su reacción al notar el calor en el cuerpo no tardó en llegar. El entrenador se incorporó con gestos de dolor evidentes, tiró una mira desafiante a su banquillo y le dio una patada al vaso para quitarlo de su silla.