El Bayern de Múnich fue recibido por el Papa Francisco en una audiencia privada en el Vaticano este miércoles, tras la victoria del conjunto alemán ante la AS Roma, donde el vigente campeón de la Bundesliga consiguió ayer martes una goleada histórica (1-7) en el partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga de Campeones.
El conjunto germano salió del hotel a primera hora de la mañana rumbo al Vaticano, donde le esperaba en una audiencia privada el Papa Francisco. La delegación del campeón de la Bundesliga esperó al Pontifice, el cual les recibió con «entusiasmo».
«Qué lindo partido hicieron», dijo el Papa Francisco, «sorprendido» por la abultada victoria y quien confesó que «el fútbol es bueno y saludable para el espíritu colectivo, y da un buen ejemplo a los niños», según informó la web del club bávaro.
Karl-Heinz Rummenigge, director general del conjunto bávaro, y Karl Hopfner, ejecutivo de la entidad, junto al resto de la directiva del club alemán encabezaron la delegación, agradeciendo en italiano al Papa la amabilidad de haberles recibido. «Este es un gran honor para todos nosotros», declaró Rummenigge.
En este sentido, el exdelantero del club alemán regaló al Pontífice, que reveló que le vio en directo en la final del Mundial de México'86 contra Argentino, un balón firmado por todos los jugadores, el cual simboliza la entrega a su Santidad de un millón de euros para actividades de beneficencia y caridad, además de lo que se recoja en un partido amistoso que jugarán en 2015.
«El Papa Francisco podrá decidir donde será empleado ese dinero para ayudar a personas en apuros, independientemente de su creencia y en cualquier parte del mundo», sentenció Rummenigge al respecto.
Además, el capitán Philipp Lahm y Manuel Neuer junto al técnico Pep Guardiola también entregaron al Sumo Pontífice una camiseta del equipo enmarcada con el número uno y firmada por todos los jugadores de la plantilla bajo el nombre de 'Franziskus' (Francisco) impreso en la espalda, mientras que el Papa Francisco entregó a toda la delegación un pequeño crucifijo.
Al finalizar la visita de 15 minutos a Su Santidad, Lahm afirmó que fue «impresionante para todos», mientras que el defensa David Alaba se mostró muy contento. «Estamos felices de haber podido vivir una experiencia como ésta. Es de lo más grande que me ha sucedido en la vida», finalizó el defensa al televisión del club .