El comienzo de la temporada no está siendo nada fácil para Mario Mandzukic. Al croata le está costando adaptarse a su nuevo equipo porque ahora Simeone le pide un trabajo al que no estaba acostumbrado. Mario corre muchísimo para presionar durante los partidos, pero da la sensación de que poco a poco se empieza a adaptar al sistema del ‘Cholo’.
Lleva seis goles en los doce partidos oficiales que ha jugado como colchonero y sus competidores por el puesto no terminan de arrancar. Sin embargo, el público del Calderón no está demasiado convencido con sus habilidades y muchos piensan que se depende excesivamente de los tantos que los defensas hacen a balón parado. En cualquier caso, Mario no piensa que cualquier tiempo pasado fue mucho mejor. Está mucho mejor en el Atlético que en su última etapa en el Bayern.
Al delantero, que ahora tiene 28 años, le costó mucho quitarle el sitio a Mario Gómez en la etapa de Jupp Heynckes en el banquillo muniqués. En esa temporada sufrió lesiones, pero siempre que pudo estar con el equipo marcó goles de todos los colores. En cambio, cuando llegó Guardiola su importancia en el equipo se redujo desde el primer minuto. «Cuando llegó al club, me di cuenta de que nada sería como antes, y que mi tiempo en el Bayern iba a terminar. He tratado de adaptarme, pero estaba claro que no tenía futuro aquí. Así que me resigné a abandonar el club y darme tiempo para elegir mi nuevo destino», declaró al diario croata Sportske Novostia.
De hecho, el croata no tiene ningún tipo de problema a la hora de reconocer que no quiere tener ninguna relación personal con el entrenador catalán. «¿Un café con él? Eso nunca va a suceder. Si usted siente una energía negativa hacia alguien, usted trata de evitar a dicha persona«, aseguró.
Por otra parte, ‘SuperMario’ considera que no recibió el trato que merecía un profesional en sus últimos meses en Alemania. «Guardiola me ha defraudado. No me dejó disputar la final y no me alineó hasta final de temporada para que no me proclamara pichichi de la Bundesliga. Lo vi como una falta de respeto hacia mi persona. Tenía mucho más sentido que me dijera cara a cara que ya no encajaba en su filosofía de juego para el siguiente curso. No he merecido este trato después de darlo todo en tantos años en el Bayern«, finalizó.