Once victorias consecutivas han subido al Madrid en general y a su técnico en particular al cielo futbolístico. El conjunto blanco, tras el resbalón de Anoeta y contra el Atlético de Madrid en casa, se ha colocado líder de la liga, además de sentenciar la clasificación para los octavos de final tanto en copa como en Champions.
Todos estos buenos resultados recargan las pilas de Ancelotti en el banquillo merengue. Su contrato espira el 30 de junio de 2016 pero los dirigentes blancos están encantados con su trabajo por lo que en los despachos del Bernabéu se estaría barajando su renovación, tal y como informa hoy el diario As. De 2016 se prologaría a 2018, hecho que a Ancelotti no disgusta, tal y como ha reconocido hoy en rueda de prensa: “Tengo un año y medio de contrato y hay tiempo para hablarlo. Ya dije que me gustaría seguir si el club está contento conmigo”.
El buen ambiente en Valdebebas es patente días tras día, las victorias ayudan para ello. En los entrenamientos se ve como los jugadores bromean. Los caños, las collejas y las risas se han multiplicado estos días sobre el césped. Incluso el propio técnico es partícipe. Tal y como se ve en las imágenes en las que el italiano le propina una colleja a Modric.
Las aguas bajan favorablemente por Chamartín y el buen rollo se traslada hasta la rueda de prensa. Esta misma mañana en la comparecencia de Marcelo y Ancelotti las sonrisas y las carcajadas también aparecieron. El técnico bromeó con varios compañeros de la prensa y éstos le siguieron el rollo.
No hay tensión, no hay malos resultados y no hay dudas en torno al estilo de juego, lo que se traduce directamente en este tipo de situaciones. Además los jugadores están encantados con él. Así lo dijo Marcelo en esa misma comparecencia ante los medios.
Ancelotti, si al final se produce, se ha ganado la renovación. De él salió la idea de colocar a Di María en el medio, él se ha inventado el medio centro equilibrado formado por mediapuntas (Modric, Kroos, James e Isco) y lo más importante, él fue el entrenador que consiguió la décima copa para el Real Madrid.