Dentro del mundo del fútbol pasan cosas de lo más variopintas. Aficionados que se cuelan al césped y dan un ‘bufandazo’ a Ribery, otros que saltan desnudos y muestran sus partes más íntimas o árbitros que, por ejemplo dirigen un partido en estado de embriaguez. En esta ocasión el protagonista fue un colegiado que arbitraba un partido correspondiente a la novena jornada de la primera autonómica gallega entre el Club Lemos y el Outeiro de Rei.
El partido acabó 1-2 para los visitantes pero el resultado no fue lo importante. El árbitro, perteneciente al colegio de Lugo, expulsó a un total de 7 personas del mismo equipo (cuatro jugadores del Lemos, a los dos entrenadores, primero y segundo de este mismo equipo y al delegado de campo). Sus decisiones alteraron a la grada y a muchos jugadores que tras el partido se quejaron bastante y apuntaron al colegiado como máximo culpable. El colegiado ante el peligro de ser agredido tuvo que salir del campo escoltado por la Policía Nacional.
El presidente y la directiva del Lemos, tal y como informa ‘La Voz de Galicia’, intentaron denunciarlo al colegiado por alteración del orden público. Medida que no se llevó a cabo ya que según comentaron en comisaría, la Policía no podía actuar, por tratarse de un tema deportivo.
No quedó la cosa ahí, Antonio Pérez, presidente del equipo lemista y su directiva, intentaron también sin éxito, que los agentes hicieran un control de alcoholemia al colegiado.