Enrique Cerezo se encuentra en China para cerrar la ampliación de capital que permitirá a Wang Jianlin comprar el 20% de la masa accionarial del Atlético de Madrid. Gil Marín seguirá manteniendo el control absoluto con un 52%, mientras que Cerezo mantiene el 20% y el resto seguirá repartido entre accionistas minoritarios.
La operación ya se preveía en los círculos rojiblancos desde el pasado mes de octubre, ya que el Atlético lleva más de un año en negociaciones con este magnate chino, que tiene una fortuna estimada en 25.000 millones de euros. Sin embargo, los máximos accionistas del club pueden estar satisfechos con el acuerdo que han alcanzado, ya que mantendrán todo el poder y recibirán 45 millones de euros por un 20%.
De hecho, la comparación con el negocio que hizo Peter Lim con el Valencia les da la razón. El singapurense compró el 70% del club por menos de 100 millones. El Atlético es finalista de Champions y vale ahora mucho más, por lo que el momento elegido para la venta no ha podido ser el más adecuado. Por supuesto, hay que resaltar que ninguno de los dos inversores cubrirán las deudas de los clubes, ya que es el patrimonio de Valencia y Atlético de Madrid el que seguirá respondiendo por eso.
En cambio, la ampliación de capital que se anunciará el sábado en una Junta Extraordinaria no sentará nada bien a los accionistas minoritarios, ya que la transparencia nunca ha sido uno de los puntos característicos de la gestión de la directiva colchonera. En la venta del Valencia, la deuda que la Fundación tenía con Bankia permitió que salieran a la luz los nombres de varios posibles compradores, pero en el caso del Atlético han sido sus dirigentes los que han decido que Wang Jianlin es el mejor a dedo y sin dejar lugar a iniciativas populares.
Más dinero, todavía menos democracia
El presidente del Grupo Wanda quiere al Atlético para darse publicidad y que su cara se conozca con el objetivo de conseguir nuevos negocios en Europa. Su empresa es la que posee más salas de cine en todo el mundo y sus centros comerciales le han permitido colocarse como la segunda persona más rica de China. En cualquier caso, esto no convencerá a socios como los que forman parte de la Asociación Señales de humo, que todavía luchaban porque el club pudiese volver a manos de sus socios con la próxima modificación de la ley del deporte. Llama la atención que la intermediaria en todo este asunto haya sido Ana Botella, con la que el Atlético tiene que aclarar otros asuntos pendientes.
Estos seguidores pensaban que los jeques no podrían formar parte del Atlético y la llegada de Wang Jianlin será un duro golpe para ellos. “Peter Lim conoció la existencia de la Asociación Señales de Humo y salió corriendo. Con lo cual, llegas a la conclusión de que, gracias a asociaciones como la nuestra, determinados tipos de personas se mantienen alejadas del fútbol. Ahora veremos cómo le va al Valencia con Peter Lim”, aseguró el presidente de Señales de Humo, José Luis Sánchez Ayuso, en el pasado mes de diciembre. Habrá que ver cómo le va al Atleti con Wang Jianlin.
En principio, no tendría que irle mal. Sus 45 millones servirán para reducir la deuda que el Atlético tiene con Hacienda, que en noviembre de 2014 rondaba los 155 millones de euros. Sin embargo, el Atlético ya la redujo en esa cantidad el año pasado; sin necesidad de vender parte de ‘su alma’ a un inversor al que le gusta el fútbol, pero que solo busca obtener negocios fuera del deporte.
De momento, Wang Jianlin ya se ha comprometido a promover nuevos acuerdos de patrocinio con grandes empresas chinas, para que las arcas del Atlético puedan crecer. Asimismo, el equipo hará con casi toda seguridad una gira por el país asiático el verano que viene y todos los años que hagan falta, para poder obtener dinero con el que poder competir con lo que recaudan Real Madrid y Barcelona de las televisiones, que seguirá siendo mucho más que lo que ganarán los rojiblancos por esos medios.
Por último, con la posible sanción de la FIFA de actualidad, el Atlético aprovechará su pacto con el empresario chino para seguir apostando por un nuevo modelo de cantera. Varios chinos pasan temporadas entrenando en Madrid para el Atlético, pero a partir de ahora serán las escuelas rojiblancas las que se trasladarán a China. Los niños podrán tener los mejores métodos y los mejores entrenadores sin moverse de casa, algo que gustará mucho a Blatter y compañía.