Carlo Ancelotti culminará su actual contrato con el Real Madrid en junio de 20016. Pase lo que pase, el técnico ya está en la historia del conjunto blanco por haber logrado ‘la Décima’, pero su idilio de larga duración ya no está tan claro como lo estuvo hace unos pocos meses. Los últimos resultados han generado algunas reticencias de una directiva, que nunca llegó con Ancelotti al nivel de compromiso que sí tuvo con Mourinho.
En cambio, echar a Ancelotti o dejarlo ir es una locura desde el punto de vista mediático. El italiano consigue en todas las ruedas de prensa que los periodistas de todos los medios salgan satisfechos con sus respuestas. Carletto es un tío gracioso que tiende a colaborar con la prensa y que nunca regala un mal gesto, algo que ha conquistado a unos profesionales acostumbrados a otro tipo de trato.
Siempre se tiende a alabar el trabajo de Ancelotti continuamente, aunque su valía se sostiene por sí sola a base de títulos. Por eso, cuando venían bien dadas, el club filtró una inminente renovación, pese a que el ex del Milan todavía tenía contrato hasta 2016. En principio, al comenzar el mes de diciembre, en plena racha de victorias, la idea era hacerlo público al regreso de Marruecos o en los primeros días de 2015, pero el juego del equipo lo frenó todo.
Antes de llegar las derrotas frente Atlético y Valencia, el equipo daba unos síntomas de cansancios que hizo que muchos recordaran en la directiva blanca lo que sucedió con el Madrid de Queiroz. Aquel equipo lo iba a ganar todo, pero llegó exhausto a final de temporada y terminó el curso en blanco. Además, el italiano no acepta ningún tipo de consejo de los que le piden que empiece a dar descanso a sus hombres de mayor confianza.
El Atlético, su asignatura pendiente
No obstante, por parte de Ancelotti no va a haber ningún problema. El club sabe que tiene total disponibilidad y se ve con la sartén por el mango para decidir cuándo se sientan a negociar. “La situación de la renovación de mi contrato es clara: no sé cuándo, pero se hará. Estoy demasiado bien aquí, a todos los niveles”, contó cuando parecía que todo se haría de un día para otro.
Asimismo, la derrota frente al Atlético le sentó muy mal a Florentino y fue influido por algunos de sus directivos de confianza para enfriar la renovación de Ancelotti, tal y como publicó Voz Pupuli. De hecho, a nadie se le escapa que Carlo estaba fuera del equipo en el minuto 93 de la última final de Champions y que el Madrid piensa en Zidane como un relevo a medio plazo. En cualquier caso, la renovación obligada se producirá cuando el equipo vaya pasando rondas en la Champions, en la semana de un duelo importante, para dar sensación de unidad y estabilidad. Pero en el palco quieren asegurarse de que el club gana algo antes de tomar la decisión y esperan que la Liga esté bien encaminada para entonces.
Mientras tanto, Ancelotti no se pone nervioso y sigue ejerciendo de hombre de club. «Entrenar al Real Madrid es lo más fácil del mundo. Muy fácil. Lo mejor de todo es que tengo un vestuario y unos jugadores estupendos. No hay problemas. Tengo un equipo con una calidad tremenda, un club con una organización fantástica y una afición magnífica», declaró en su reciente entrevista a Marca
Además, también mostró la misma frialdad para hablar del estado físico de su equipo. “Todo está calculado para que el equipo esté bien cuando se decida todo”, aseguró en plan calculador. Por otro lado, también le dio una importancia capital a la recuperación de uno de sus centrocampistas titulares. «Estamos esperando la vuelta de Modric, pero el resto están bien. Cuando vuelva el equipo será competitivo al máximo. No haremos fichajes, nuestro fichaje será Modric”, explicó. Ahora tendrá que elegir entre James e Isco para completar su once y dependiendo de los resultados que obtenga puede ganarse la enemistad de algunos. En cualquier caso, no parece que los madridistas tengan motivos para preocuparse, ya que Ancelotti está al tanto de todo lo que ocurrirá el próximo verano. No es de los que niegan un fichaje a la ligera, como ha hecho con Pogba.