A falta de grandes futbolistas en el fútbol brasileño y con Lucas Silva luciendo ya la camiseta del Real Madrid, los seguidores nacidos en la cuna del ‘jogo bonito’ tienen que buscar otros alicientes en los partidos. Por eso, Fernanda Colombo se ha convertido en un fenómeno de masas en el país sudamericano.
La jueza de línea ya ha trabajado en varios partidos de la Serie A de su país, a pesar de que solo tiene 25 años. Pero no se ha hecho famosa por su vista de lince ni por errores de bulto. Esta rubia llama la atención por su belleza y su figura traspasa fronteras justo cuando crece el debate del sexismo en el deporte.
A miles de kilómetros de Brasil, un comentarista de la televisión australiana pidió a Eugenie Bouchard, una de las tenistas más guapas del circuito, que diera una vuelta para celebrar su triunfo y enseñar su vestido. La joven canadiense alucinó por momentos, pero accedió a la petición. Después, explicó que lo hizo porque fue inesperado que un “hombre viejo” le pidiera eso.
La chica dejó claro en sus comentarios posteriores que lo vio como una falta de respeto, pero la número uno, Serena Williams fue más allá cuando le pidieron opinar sobre el tema. «No puedo responder si es un comentario sexista o no. Pero seguro que no le pediría lo mismo a Roger Federer o a Rafa Nadal”, declaró la estadounidense.
Sin embargo, mujeres como Fernanda Colombo no tienen tantos miramientos y contribuyen a la ‘espectacularización’ del deporte femenino. Esta linier pidió permiso durante un mes para no pitar ningún partido y poder someterse a una operación de cirugía estética. La chica decidió aumentar tamaño de su pecho para lucir más en las fotografías sugerentes que publica a menudo en Instagram.
¿Alguien se imagina a Rafa Guerrero posando en un parque de esta guisa? Seguramente, muchos pagarían por ello, pero no deja de ser una desgracia que algunas profesionales del deporte contribuyan a que muchos hombres sigan viendo el deporte femenino como una exposición de carne. Lo último de Fernanda Colombo ha sido el anuncio de su participación en el Carnaval de Río de Janeiro como parte del espectáculo. Ronaldo o Ronaldinho también lo hicieron, pero no ligeritos de ropa.
Por su puesto, las mujeres tienen derecho a compatibilizar el deporte con trabajos publicitarios, pero el problema es que para muchas sigue pesando más el segundo apartado. Se pierden muchos talentos deportivos por culpa de las pasarelas y es una pena que en los perfiles de muchas deportistas cueste adivinar a qué se dedican las chicas.