El Celta derrotó al Atlético de Madrid(2-0) en el peor partido de los del Manzanares en lo que va de curso. Los rojiblancos estuvieron irreconocibles y tuvieron muchísimas imprecisiones en su día negro. Cuesta creer que este equipo sea el mismo que paso por encima del Real Madrid solo una semana antes. El vigente campeón vuelve a desengancharse de la Liga y está nuevamente a siete puntos de los blancos.
El Atlético no dio un pase en condiciones en toda la primera parte, mientras su entrenador naufragó como no se le recuerda. No supo jugar con tantos delanteros y agotó los cambios demasiado pronto. El Celta desaprovechó la ocasión para irse al descanso con ventaja, pero cuando más se preveía la reacción colchonera apareció el árbitro en escena. El colegiado pitó un penalti que no era en un área y se hizo el sueco en otra jugada que sí merecía ese castigo en la otra.
El Atlético se presentó por primera vez con Griezmann, Mandzukic, Torres y Saúl en el equipo inicial, pero las cosas no salieron según los planes del ‘Cholo’. Berizzo hizo un planteamiento mucho más parecido a lo que su equipo está acostumbrado, con Orellana y Radoja de nuevo en el once, y el Celta salió al partido más enchufado.
El encuentro fue todo un despropósito en la primera mitad. Todo lo bueno que mostró el Atlético en el último derbi madrileña desapareció este domingo en Vigo. Los centrocampistas rojiblanco no dieron una a derechas y permitieron que los celestes monopolizaran la posesión en la primera parte.
Nolito y Orellana encontraban mucho espacio entre líneas, pero en Balaídos no se vio ni un tiro decente en los primeros 45 minutos. El Celta tenía el balón, pero no encontraba el camino ante un Atlético que ante la falta de ideas se limitaba a mantener el orden y no concedía ocasiones.
Simeone estaba tan desesperado viendo el panorama en el banquillo que decidió cambiar a Tiago por Mario Suárez a la media hora, aunque el portugués no tenía ninguna lesión. El Atlético buscaba una contra que nunca llegaba porque nadie se movía entre líneas. Echaban especialmente de menos a Arda y los dos delanteros eran auténticas islas.
El penalti hizo mucho daño
Por eso, el técnico también mandó a Torres a la ducha en el descanso y dio paso a Cani. El Atlético tampoco fue pura poesía al inicio de la segunda mitad, pero al menos acumulaba gente en el centro del campo y peleaba la posesión con los locales. No se sabía si el Atlético mejoraba o el Celta se contagiaba, pero el caso es que la contienda se equilibraba a base de fallos en ambos equipos.
Sin embargo, el árbitro tampoco quería fallar a la fiesta de las pifias y pitó un justo penalti de Mario Suárez. El problema fue que la jugada venía precedida de una clarísima mano que Martínez Munuera se comió. Nolito no perdonó y superó a Moyá con un lanzamiento raso a la izquierda del portero. No obstante, el gol sirvió para que el partido se descongelase.
Saúl firmó el primer disparo a puerta de los colchoneros justo después, pero el remate del canterano se encontró con las manos de Sergio Álvarez. El choque enloquecía por momentos, por lo que a los celtiñas no les costó encontrar la réplica. Nolito metió un centro chut y Larrivey confirmó su gafe sacando de la portería un balón que solo tenía que empujar.
En cambio, el Celta pensó que los tres puntos valían muchísimo y dio un paso atrás para administrarlos. Griezmann mandó un balón al palo con la ayuda de Sergio Álvarez. El portero paró su disparo desde la frontal, pero no la embolsó bien y tuvo suerte de que la madera le ayudara a recogerla. Asimismo, Jonny sacó con la cara un buen disparo de Mandzukic que iba camino de gol. El resultado estaba verdaderamente en el área porque Nolito todavía creaba muchísimo peligro con los rojiblancos más abiertos.
Ell Celta supo entonces capear el temporal de la pequeña reacción rojiblanco y poco a poco se fue adueñando de las operaciones con un Atlético mucho más vulnerable por la necesidad. Orellana aprovechó ese momento para entrar con mucho espacio por el perfil derecho del área y cruzó el balón lejos del alcance de Moyá.
Finalmente, el Atlético tampoco tuvo suerte cuando pudo acortar distancias. El árbitro no pitó un claro penalti de Fontás a Siqueira. La acción del central rozó la imprudencia temeraria, pero Martínez Munuera fue el único que no lo vio en el estadio. Así las cosas, el Atleti nunca más se acercó a la remontada ni de lejos, mientras que Moyá tuvo que evitar el segundo gol de Orellana con un paradón a bocajarro en el tiempo de descuento.
CELTA DE VIGO: Sergio, Jonny, Cabral, Fontás, Sergi Gómez, Radoja, Augusto, Krohn-Dehli (Alex López, min.90), Orellana (Santi Mina, min.90), Nolito y Larrivey (Pablo Hernández, min.76).
ATLÉTICO DE MADRID: Moyá; Juanfran, Miranda, Godín, Siqueira; Tiago (Mario Suárez, min.34), Gabi (Raul Jimenez, min.73), Saúl; Griezmann, Torres (Cani, min.46) y Mandzukic.
Goles
1 – 0, min.59, Nolito (penalti).
2 – 0, min.71, Orellana.
Árbitro: Martínez Munuera (C.Valenciano). Amonestó a Torres (min.10), Godín (min.58), Mario Suárez (min.58) y Cani (min.63) en el Atlético.