Mientras que en Inglaterra el nuevo 'mega' contrato televisivo firmado por la Premier League copa las portadas de la prensa deportiva, aquí en España es otro caso de supuesto amaño de partidos el que acapara la actualidad informativa.
En este caso, el investigado es el expresidente de Osasuna, Miguel Archanco. Según desvela el diario MARCA, la Fiscalía Anticorrupción investiga al exmáximo dirigente de Osasuna, por el supuesto intento de compra de partidos del final de la temporada pasada. Las cifras no justificadas y destinadas para estos hechos por la antigua Junta Directiva oscilan entre los 1,5 y los 2,4 millones de euros.
La LFP (Liga Profesional de Fútbol) está estudiando el caso y no descarta denunciar lo ocurrido ante el Juzgado de Instrucción de Barcelona, así como en la Fiscalía Anticorrupción.
Son cuatro los partidos investigados, aunque el más sospechoso es el Espanyol-Osasuna de la temporada pasada. El encuentro acabó con un empate a uno en el marcador, que permitió al conjunto perico mantener la categoría y al equipo osasunista llegar con opciones de salvación a la última jornada. El choque tuvo poca historia. Dos goles en el primera mitad obra de Colotto y Acuña dieron paso a una segunda parte sin apenas ocasiones. Al final, los navarros descendieron a Segunda división, por lo que se sospecha que alguno de los pagos en los otros partidos investigados no se llegó a realizar, hecho este que no exime a Miguel Archanco de haber intentado alterar el resultado de un encuentro.
Osasuna, por su parte, por medio de su presidente Luis Sabalza ha admitido la retirada «sospechosa» de 1,5 millones de euros de sus cuentas, pero no ha admitido la compra de partidos. El máximo dirigente rojillo insiste que este dinero proviene de una serie de retiradas «no demasiado bien justificadas», aunque no niega que haya personas que si lo hayan hecho y en todo caso «serán responsable ellos» (haciendo referencia a la actuación de la anterior Junta Directiva).
En la investigación no sólo se habla de la compra del partido, sino que también se incluye un apartado que hablaría de algunas apuestas internacionales sospechosas por parte de los integrantes de los equipos. Se habla de una cifra cercana a los 250.000 euros.
Kiko Casilla: «En ese partido no paso nada»
Las reacciones no se han hecho esperar en ambos conjuntos. Kiko Casilla, guardameta del español «niega» rotundamente que «haya ningún amaño». El cancerbero perico no tiene tapujos en hablar del partido ante Osasuna: «Me acuerdo de aquel encuentro y no pasó nada extraño. Todo esto no tiene sentido. Estamos tranquilos».
Pero no ha sido Casilla el único representante en sacar la cara por el club. Rafael Entrena, vicepresidente y portavoz oficial del Espanyol ha salido al querido salir al paso de los rumores de este supuesto delito. «Oficialmente no nos consta ninguna investigación, pero negamos cualquier implicación y colaboraremos en todo lo necesario. Si nos piden alguna cosa la colaboración será máxima, siempre hemos defendido la pureza de la competición», explicó en Rac1.
El vicepresidente parece tener total confianza en los jugadores y cuerpo técnico que componían la plantilla la pasada temporada: «Confiamos en la honorabilidad y rectitud de nuestros jugadores y cuerpo técnico, pero si se demostrara tomaríamos medidas ejemplares. Si alguien la hace, que la pague».
Otra vez, Javier Aguirre
El técnico mejicano (entrenador del Espanyol la pasada temporada) podría sumar una segunda imputación por supuesto amaños de partidos, si las sospechas al final se concretan en una denuncia a la Fiscalia Anticorrupción. El 'vasco' Aguirre, recientemente destituido como entrenador de Japón, está imputado por el supuesto amaño del encuentro Levante- Zaragoza de la temporada 2010-11. Los protagonistas de este partido empezarán a declarar este 25 de febrero en el juzgado de Instrucción número 8 de Valencia.
Mucho se habla de nuestra Liga, como la Liga de las estrellas o como la mejor del mundo, pero la realidad parece bien distinta. La imagen que proyectamos al mundo es la de una competición violenta, corrupta y disgregada. Escenarios como la reyerta entre ultras en los aledaños del Calderón, o como las disputas internas entre Javier Tebas (presidente de la LFP), Ángel María Villar (presidente de la RFEF) y Miguel Cardenal (presidente del CSD) no ayudan a una Liga en la que sólo se debería hablar de los mejores jugadores del mundo.