A lo largo de la historia, son muchos los futbolistas que en su juventud mostraron un infinito talento y que se quedaron en nada por culpa de una vida desordenada. Sin embargo, el caso de Mesut Özil llama poderosamente la atención, ya que ha pasado de ser un tipo aparentemente tranquilo en Madrid a convertirse en un fiestero empedernido en Londres.
Seguramente, el alemán no ha cambiado tanto en año y medio, pero lo que más le duele a los aficionados del Arsenal es que Florentino Pérez logro tapar esa faceta del futbolista y se lo coló por 50 millones de euros. En cualquier caso, la salida nocturna de esta semana es la más grave de las que ha protagonizado el mediapunta.
Özil no jugó frente al Newcastle la pasada semana porque alegó una enfermedad común, según Daily Express. Por eso, el club ‘gunner’ le dejó viajar a Berlín para que descansase allí, antes de incorporarse a la concentración de la selección alemana para la que estaba llamado.
En cambio, el futbolista no estaba tan mal cuando Bild le cazó en una fiesta privada dentro de un famoso club berlinés en la noche del sábado al domingo. La juerga duró hasta altas horas de la madrugada, a pesar de que el jugador se incorporó al día siguiente a la disciplina de ‘la Manchaf’.
El tema ha causado un gran revuelo en el Reino Unido porque el futbolista solo lleva tres goles y seis asistencias este curso, aunque ha jugado catorce partidos nada más. Por eso, Arsene Wenger se ha visto obligado a intervenir. El francés se reunirá con el futbolista para recordarle que se debe a sus aficionados, aunque no se contempla ninguna sanción.
Asimismo, no es la primera vez que el futbolista protagoniza una salida nocturna traumática. Ya protagonizó dos juergas parecidas a la que se marcó Cristiano Ronaldo por su cumpleaños. Le pillaron escondido en el asiento de atrás de un coche saliendo de una discoteca tras un tropiezo contra el United y asistió a la fiesta de disfraces que montó su mujer tras perder 6-0 contra el Chelsea.