Los sentimientos en el fútbol hace mucho tiempo que desaparecieron. Resulta difícil de comprender que un chico de otro continente sea fan de un equipo español desde niño. Los extranjeros no sienten nada más llegar los colores de un equipo como les ocurre a los españoles que tienen la suerte de jugar en la Liga y ni siquiera los jugadores nacionales que no han nacido en Madrid o en Barcelona tienen grandes preferencias entre los grandes.
Los futbolistas de 2015 son profesionales por encima de todo y se mueven por el dinero, como lo harían la mayoría de los ciudadanos si varias multinacionales se pelearan por sus servicios. Sin embargo, los periódicos deportivos todavía conservan cierto romanticismo y sus lectores se dejan engañar constantemente con comentarios sobre supuestos ‘madridistas’ y ‘culés’ de toda la vida.
En cambio, lo que ocurre en la prensa deportiva catalana suena a chiste. Según el diario Sport, más de la mitad de la plantilla del Real Madrid se desvivía por las victorias del Barça y vibraba en su infancia con el juego que se veía en el Camp Nou. Benzema, Kroos, Modric, Isco, Odegaard y Asensio son algunos de los futbolistas que acabaron de blanco, contra su voluntad y por culpa de los billetes de Florentino, mientras que Neymar viste de azulgrana gracias a un corazón incorruptible y a los caramelos que le ofreció Rosell en la negociación. En su momento, Özil y Robben también fueron acusados de lo mismo.
Sin embargo, el caso más actual es el del flamante fichaje del Real Madrid, Danilo Luiz da Silva, que cometió el ‘pecado’ de alabar el juego del equipo que será su máximo rival a partir de junio. «Eh, que fútbol más bonito juega ese equipo del Barcelona», escribió en su Twitter en 2011.
La profesión está por encima de la amistad
Además, el lateral derecho también anunció en varias ocasiones que estaba viendo al ‘mejor Barça’ por la tele. «Disfruto con el juego del Barça. ¡Juega bonito!», aseguró en una ocasión. Asimismo, siempre que la prensa le preguntó no hizo ascos a la posibilidad de jugar junto a Neymar. “Me siento feliz de sonar para el Barça”, declaró solo unos días antes de apalabrar su contrato con el Madrid.
Lógicamente, Danilo y su representante saben moverse en esto. No hay que cerrarse nunca ninguna puerta porque eso le revaloriza. No obstante, si hubiese acabado en el Barça, alguno en Madrid diría que siempre quiso jugar de blanco, pero como la directiva no le quiso se tuvo que conformar con el Barcelona. Ya es hora de que la gente sepa que los contratos futbolísticos y los sentimientos no tienen nada que ver y que cuesta muchísimo encontrar un trocito de corazón más allá de la cantera.
Por otra parte, los intereses profesionales también están por encima de la amistad en este mundillo. Neymar intentó convencer a su colega para que esperara un año más y el Barça le pudiera fichar, pero Danilo no estaba dispuesto a arriesgar su futuro por mucho consejo que le diera su compañero. La prensa culé piensa ahora que él es el que pierde y comienza un nuevo casting para la posición. Darmian, Mario, Piszczek, Aurier, Fabinho, Fabian Johnson… ¿Habrá más calabazas como las de Cuadrado y Danilo?