Martin Odegaard fichó por el Real Madrid hace poco más de dos meses. El 22 de enero el Madrid pagó al Stromsgodset 2,8 millones de euros por sus servicios, pero las cifras verdaderamente importantes en esta operación corresponden al sueldo del futbolista. El joven de 16 años cobra 100.000 euros anuales y además tiene derecho a entrenar con el primer equipo durante cinco días a la semana, aunque realmente juegue con el Castilla.
A partir de ahí, surgen algunos de los conflictos, tal y como publica As. Zidane le pidió que entrenase con el filial para que su conexión con sus compañeros mejorase, pero el chico hizo uso de su contrato para declinar la propuesta del francés. Está más preocupado de figurar al lado de Cristiano Ronaldo que del futuro de su actual equipo.
Sin embargo, el problema real del chico se produjo desde el mismo momento en el que se supo lo que cobraba. No es porque que gana más que Chicharito es porque ridiculiza las cantidades que perciben los canteranos que se dejan todo por el ‘B’. Los chicos dijeron que le recibirían como a uno más, pero no pudieron ocultar su malestar porque un futbolista que todavía no había demostrado nada dentro del grupo se llevase esa pasta.
Además, el idioma tampoco le ha permitido crear grandes vínculos y los resultados deportivos han sido desastrosos. El filial madridista solo ha ganado uno de los siete partidos que la gran promesa mundial ha disputado en los que el futbolista solo ha metido un gol. Asimismo, sus compañeros no le buscan demasiado porque tampoco entienden que un chico que no lo da todo con ellos durante la semana tenga que ser titular por decreto.
Por eso, Zidane tomó cartas en el asunto y el chaval se quedó sin jugar en los últimos dos partidos, en los que el Madrid curiosamente venció. Por otra parte, Odegaard también ha fracasado en la idea de convertirse en el debutante más joven de la historia de la Champions League porque Ancelotti también le ve verde y porque en el club empieza a crecer la convicción de que han fichado a un niño por el precio de un hombre.
En el último parón de selecciones, Odegaard fue titular con su selección, pero solo se llevó la camiseta de Modric como buen recuerdo del choque frente a Croacia. Noruega perdió por cinco goles a uno y él terminó intimidado por Marcelo Brozovic. Un choque con el centrocampista del Inter evidenció que todavía es muy débil física y mentalmente porque tardó más de medio minuto en levantarse, mientras el juego continuaba.
Sin embargo, el caso de Odegaard no es único dentro del fútbol mundial, aunque quizás nunca un niño movió tanto dinero para quedarse por el camino. Martin todavía está a tiempo de contestar a sus críticos, pero su historia tiene semejanzas con estos grandes fracasos:
Freddy Addu
A los 17 años este jugador ya había firmado un contrato de un millón de euros con Nike. Era la sensación de la MLS y debutó con Estados Unidos en categoría absoluta. Jugó 17 partidos internacionales en los que llegó a marcar dos goles, pero su futuro se emborronó al llegar a Europa tras deslumbrar en un Mundial sub 20 donde compitió con Agüero y Piqué. No convenció en el Benfica y fue encadenando cesiones y traspasos hasta que con 25 años actualmente juega el KuPS de Finlandia. El ‘nuevo’ Pelé estuvo meses sin equipo y llegó a ejercer de promotor de discoteca, esperando a que apareciera alguna oferta.
Nikon Jevtic
El caso de Nikon Jevtic es todavía más extraño. Este pequeño juguete roto dejó de ir a la escuela porque su familia decidió que su formación debía recaer en una hermana profesora y en un hermano que quería ser entrenador de fútbol. Nestor Jevtic convirtió a su hermano en un fuera de serie con tan solo doce años y sus hazañas fueron conocidas por todo el mundo gracias a Youtube. Varios clubes de todo el mundo quisieron ficharle y le ofrecieron importantes cantidades para un joven de su edad, pero finalmente su familia se decidió porque su crianza futbolística corriese a cargo de West Ham, Valencia y Schalke 04, siempre con la condición de que su hermano formase parte del cuerpo técnico. En Valencia le llamaban ‘El Maestro’ y en Alemania se hizo amigo de Julian Draxler. La joven estrella germana debutó en 2010 con el primer equipo, pero Jevtic se fue al Austria de Viena en 2008. A partir de ahí fue vagando por diferentes clubes menores hasta acabar en Hungría y en las ligas secundarias austriacas.
Jona
Jonathan López ganó más dinero cuando era un niño que en el resto de su carrera como profesional. El Valencia le fichó con solo 14 años y le pagaba 420.000 euros al año a partir de los 16 porque en la selección española Iker Casillas era su suplente y porque el Chelsea se lo quiso llevar. Prometía tanto que también firmó un contrato con Nike y llegó a la sub 18 con el mostoleño a la sombra. Empezó a ir a entrenar en Porsche y ahí empezó su caída. Sumó varias cesiones y acabó con un sobrepeso de 14 kilos, paso por Grecia y por el Roquetas y el Burgos. El pasado verano se convirtió en agente libre, fichó por el Getafe y ha debutado en Primera con 33 años. Está demostrando que condiciones no le faltan, ahora que tiene madurez.
Jonathan Valle
Este santanderino de 30 años iba para estrella mundial, cuando tan solo contaba con once primaveras. Jonathan compitió con Iniesta por ser el mejor futbolista del torneo de Brunete, pero el entonces futbolista del Albacete se llevó el premio por un voto de diferencia. A partir de ahí, el Barça se puso a los pies de los dos, pero el de Fuentealbilla se atrevió a dar el paso, mientras que el prometedor canterano del Racing prefirió seguir con su infancia en Santander. Admite que se arrepintió de eso, aunque llegó a debutar en Primera y marcó algunos goles. Se desmoralizó porque no se hizo rápidamente con la titularidad y se ganó mala fama en la noche. También ha encadenado varias cesiones y traspasos hasta llegar al Lugo, donde en la 2014/2015 ha jugado doce partidos.
Por último, también se pueden mencionar algunos casos como el de Pepe de la Sagra, un joven que debutó con Antic a los 19 años y terminó retirándose en Tercera no muy mayor. «Ese chaval es un fenómeno» o «le va a dar mil vueltas al Raúl ese del Madrid», decían de él entonces en el Calderón. Asimismo, Royston Drenthe tampoco estaba consolidado cuando el Madrid le fichó como estrella absoluta y hay una larga lista de futbolistas que se perdieron cuando sus carreras estaban empezando, pero Odegaard debe ser consciente de que la suya todavía está por iniciarse y trabajar de lo lindo.