A media tarde del sábado, las alarmas hicieron un ruido ensordecedor en el Camp Nou. Messi cayó lesionado y por unas horas se temió lo peor. Se oyó “rotura de ligamento” y muchos se echaron a temblar temiendo una ‘triada’, pero finalmente el pronóstico no fue tan catastrófico.
Messi sufre una rotura en el ligamento colateral interno y estará fuera de los terrenos de juego durante dos meses. Se perderá con toda seguridad los partidos ligueros frente a Sevilla, Rayo Vallecano, Eibar, Getafe y Villarreal. Tampoco jugará contra el Bayer Leverkusen y en el doble duelo contra el Bate Borisov, pero la primera fase de la Champions permite muchas licencias.
De esta forma, el calendario acompaña al equipo de Luis Enrique. A priori solo el Sevilla y el Villarreal son huesos duros, aunque los hispalenses no han arrancado bien y todo el mundo piensa que los castellonenses se desinflarán antes o después.
Por eso, la plantilla debería conjurarse para brillar sin su líder y firmar un pleno hasta que llegue el día del Madrid. Si eso ocurre y pierden contra el equipo de Benítez, no pasaría nada porque la lucha por la Liga seguiría totalmente viva. Está claro que no merece arriesgar por tres simples puntos por mucho que sean contra el máximo rival.
Más aún cuando el equipo ha sabido jugar sin Messi en otras ocasiones. En la temporada 2013/2014, Messi se perdió once partidos y el Barça ganó nueve de esos encuentros. Cayó frente al Athletic y al Ajax. Asimismo, en la 2012/2013 los datos fueron más ilustrativos si cabe. El Barça ganó los seis partidos que ‘la Pulga’ se perdió oficialmente por lesión, pero tropezó en los días en los que su estrella intentó forzar.
El Bayern pasó por encima del conjunto azulgrana en la ida de las semifinales de la Champions que se disputó en el Alianz Arena en un día en el que Messi jugó tocado. Además, el conjunto azulgrana no pasó del empate frente al Athletic en un partido liguero en el que Messi salió a resolver al final y también cayó con estrépito en el partido de vuelta contra el equipo de Heynckes en un duelo que Messi vio desde el banquillo. El jugador no estaba capacitado para jugar, pero los técnicos pensaban que era como El Cid Campeador y que su simple presencia iba a intimidar al rival.
Además, en la 2011/2012, el ‘10’ solo se perdió un partido, en aquella ocasión por sanción, y el Barça no tuvo problemas para ganar al Sporting. En la 2010/2011 también se perdió dos partidos por lesión y el Barça ganó los dos. En cambio, el argentino no se pierde un duelo con el Madrid desde el 23 de diciembre de 2007, cuando Baptista silenció el Camp Nou, pero por aquel entonces el mandamás del equipo era Ronaldinho.
Una lesión con la que no conviene arriesgar
No existen motivos para alarmarse por esto en la primera vuelta de la temporada porque los títulos se juegan en mayo, pero según publican los medios catalanes Luis Enrique y Messi están convencidos de que el coleccionista de balones dorados llegará al partido del 22 de noviembre, pero las cuentas no salen. El plazo de recuperación es de dos meses y según los doctores especialistas Luis Ripoll y Juan González esta es una dolencia en la que no conviene arriesgar especialmente.
La lesión no es grave si se trata bien, pero puede tener sus complicaciones si no se trata correctamente. Depende mucho de lo cerca que estén las fibras rotas del menisco, pero también de que el ligamento recupere su fortaleza cuando llegue el regreso a la competición. Por eso, podría ser que a Messi le vuelva a costar coger confianza en sí mismo y también que exista una complicación importante. Sin ir más lejos, Thiago se lesionó este ligamento en su etapa en el Barça y después ha sufrido dos triadas, aunque volvió a jugar sin problemas tras su primera lesión.
Messi ha sido ‘inmortal’ durante sus últimos años, pero al inicio de su carrera se especuló mucho con su fragilidad. Lo importante ahora es que recupere la fortaleza en su rodilla, para poder seguir disfrutando del mejor de la historia durante muchos años, pero el riesgo de que exista un antes y un después en las dolencias de esta articulación siempre está ahí.
Lucha de egos
Sin embargo, tras la lesión de Messi hay un problema que hasta ahora no ha llamado la atención. Neymar y Luis Suárez tendrán que encabezar al equipo y existe el peligro de que uno destaque por encima de otro. El delantero uruguayo ya decidió contra Las Palmas y Neymar ha tenido un comienzo de temporada mucho más discreto, pero en la directiva muchos temen que el ex del Liverpool eclipse al brasileño, ya que el ‘11’ es el sucesor oficial de Leo.
Además, el tema de los penaltis sigue más vigente que nunca. Neymar falló un lanzamiento y si Luis Suárez u otro lanzador los convierte durante la ausencia de Messi, puede haber un pequeño lío. Ya hay una corriente que pide que el máximo goleador de la historia azulgrana no los tire y las voces críticas pueden crecer, mientras que el jugador no parece muy dispuesto a ceder.
Finalmente, si Neymar o Suárez destacan mucho pueden llegar a disputarle, aunque sea mínimamente, el liderazgo a Leo Messi, y siempre habrá sectores de la prensa con ganas de dividir. Por suerte para los culés, parece que la relación de ‘Luisito’ y Messi es inmejorable.