Esta semana el Barcelona ha sabido mejor que nadie lo injusto que resulta el fútbol en muchas ocasiones. En la Champions, ganó al Bayer Leverkusen en un día en el que no mereció mucho, pero pocos días después se reencontró con las buenas sensaciones y se fue de vacío del Sánchez Pizjuán.
El Sevilla supo resistir las embestidas del equipo de Luis Enrique y aprovechó sus oportunidades para sacar petróleo de un partido en el que sufrió de lo lindo. Luis Suárez no tuvo su día, pero Neymar desequilibró a todo el equipo hispalense cada vez que entró en contacto con el balón. Solo Sergio Rico y los palos fueron capaz de pararle.
Luis Enrique apostó por Sergi Roberto en el lateral derecho, con Mascherano en la posición de pivote y Busquets en la posición del lesionado Iniesta, Con estos cambios, el Barcelona se convirtió en un equipo mucho más robusto y con más personalidad defensiva en el centro del campo.
Por eso, el Barça fue poco a poco calmando el ímpetu de un voluntarioso Sevilla, que creaba peligro en las jugadas a balón parado y que contaba con un Gameiro animado e inspirado. Sin embargo, el partido se jugaba de poder a poder con la sensación de que el Barça lo tenía todo controlado y que los tres puntos terminarían cayendo de su lado.
De hecho, Neymar estaba francamente inspirado y bailaba a sus rivales cada vez que tenía ocasión. En cambio, Luis Suárez no tenía suerte de cara al gol y malgastó una asistencia brillante del brasileño al querer rematar con su pierna buena, cuando lo tenía todo para marcar con la izquierda.
Después, Gameiro se plantó solo frente a Bravo en la ocasión más clara de la primera parte para los locales. El delantero le regateó en un primer instante, pero el portero estuvo rapidísimo para recuperar la posición desde el suelo y mandar el balón a córner.
No obstante, el Barça estuvo todavía más cerca del gol en un lanzamiento de falta ejecutado a la perfección por Neymar. El balón pegó en el poste, dio en la espalda de Sergio Rico y se paseó por toda la línea de gol, sin que Piqué se decidiese a meter el pie para empujarlo. No quería quitarle el gol a su compañero y su equipo se quedó sin nada.
Además, Luis Suárez desaprovechó un pase magnífico de Rakitic por encima de toda la defensa con un mal control, cuando se plantaba solo delante del meta sevillista. En cualquier caso, el uruguayo no se cansaba de intentarlo y firmó un remate majestuoso que pegó en el pico de la portería antes de salir fuera del campo, mientras Sergio Rico la seguía con la mirada.
Sin embargo, tras la reanudación el Sevilla aprovechó para dar un arreón empujado por su público y al Barça le pilló más desprevenido que en la primera mitad. Gameiro seguía enchufadísimo y demostró que en velocidad tiene poco que envidiarle a los grandes delanteros de la Liga. Superó a Busquets y Jordi Alba para llegar a línea de fondo. Una vez allí, metió el pase de la muerte y Krohn- Dehli solo tuvo que empujarla ante la impotencia de Bravo.
Asedio final sin premio
En ese momento, el Sevilla vio que el Barça era vulnerable y que era el momento de ganar el partido. Presionó todo lo que pudo y la suerte le acompañó, ya que en la siguiente jugada volvió a encontrar su premio. Krohn-Dehli metió un buen globo al área y se encontró con Iborra y Gameiro libres de marca. El francés quiso meterla de chilena, pero fue el centrocampista el que la peinó lejos del alcance de Bravo.
El partido se ponía muy feo para los culés y Luis Enrique decidió jugársela con un doble cambio, aunque fue Neymar el que se echó el equipo a la espalda. El brasileño desbordó a los defensas hispalenses en varias ocasiones, pero se encontró con un inspirado Sergio Rico que firmó paradas de muchísimo mérito para sostener la ventaja de su equipo en una oleada ofensiva del equipo azulgrana digna de admirar.
Parecía que la suerte de Sergio Rico en este partido era infinita, pero en la jugada más tonta de la segunda parte el portero se iba a llevar el disgusto. Sandro disparó desde el borde del área y el balón pegó en las manos encogidas de Tremoulinas. El colegiado pitó penalti y Neymar lo convirtió, aunque el joven cancerbero español le adivinó el sitio.
A partir de ahí, el equipo de Luis Enrique acosó al de Emery. Neymar frotaba la lámpara cada vez que tocaba el balón, pero los sevillistas resistían como podían. Sandro volvió a disparar al palo en una jugada en la que remató en plancha, tras una gran combinación entre el ‘11’ y el ‘9’ del Barça. Finalmente, el Barça acabó metido en el área rival, pero fue incapaz de superar un mar de piernas en el que el balón siempre terminaba rebotando.
SEVILLA CF: Sergio Rico, Coke, Andreolli, Kolodziejczak, Trémoulinas(Mariano, min.88), Krychowiak, N'Zonzi, Krohn-Dehli, Iborra (Reyes, min.69, Reyes), Vitolo, Gameiro (Llorente, min.71).
FC BARCELONA: Bravo, Mathieu (Dani Alves, min.60), Piqué, Mascherano, Alba, Busquets, Rakitic, Sergi Roberto, Suárez, Neymar, Munir (Sandro, min.60)
Goles:
1-0, min.51, Krohn Dehli.
2-0, min.57, Iborra.
2-1, min.73, Neymar, de penalti.
Árbitro: Gil Manzano (C. Extremeño). Amonestó a Krychowiak (min.18), Andreolli (min.21), Busquets (min.27), Kolo (min.30), Mathieu (min.47), Jordi Alba (min.59), Tremoulinas (min.72), Llorente (min.75)